El complejo de Salto Grande resultó ser galardonado por la Federación Panamericana de Consultores (FEPAC) entre los proyectos destacados realizados en Iberoamérica en los últimos 50 años. El objetivo de este premio es destacar los éxitos de la industria de la consultoría que contribuyeron al desarrollo de las comunidades y sus economías.
A la convocatoria se presentaron gran cantidad de proyectos muy diversos y de gran relevancia que abarcaron variados campos de la ingeniería: transporte, agua, saneamiento, energía, edificación y turismo, entre otros, ejecutados en distintos países de la Federación Panamericana de Consultores. Por tratarse del primer concurso realizado por la federación, todos los trabajos fueron de un gran nivel de calidad, innovación, excelencia profesional, integridad, transparencia, sostenibilidad y responsabilidad social.
Estos reconocimientos tuvieron por objeto premiar a los proyectos sobresalientes donde las empresas de las cámaras miembros de la FEPAC hayan tenido un rol importante en su desarrollo; promover un crecimiento equitativo y sustentable en beneficio de la sociedad para una mejor calidad de vida; distinguir a los que derivaron en obras de ingeniería que sobresalieran por su nivel técnico y procesos de planificación y concreción; y alentar la innovación en el ciclo integral de vida de los proyectos que promovieran el uso sustentable y eficiente del medio ambiente.
En ese sentido, se concedieron galardones de “Gran Premio de Excelencia”, “Premio de Excelencia” y “Premio de Mención Honorífica” a los proyectos de ingeniería sobresalientes y, dentro de ese marco, el Complejo Hidroeléctrico de Salto Grande, presentado por la firma Ingeniería y Asistencia Técnica Argentina Sociedad Anónima (IATASA), integrante del consorcio consultor que se desempeñó durante el proyecto y ejecución de la obra, fue reconocido con el “Premio a la Excelencia”.
DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO
Se construyó en el curso medio del río Uruguay, aguas arriba de las ciudades de Concordia (Argentina) y Salto (Uruguay). La obra finalizó en 1984 y comenzó a suministrar energía eléctrica renovable y sostenible para ambos países.
El complejo está constituido por una presa central de hormigón que incluye las obras de evacuación y de generación, y dos presas laterales de tierra, una conexión internacional, vial y ferroviaria, que vincula las márgenes. Se complementa con una extensa red de transmisión eléctrica que alimenta la demanda energética de Uruguay y Argentina, y se integra a la interconexión.
UN POCO DE HISTORIA
Como casi todos los grandes emprendimientos, para concretarlos se requiere un prolongado esfuerzo que aúne criterios, voluntades e intereses, junto con la creatividad y empuje de actores que en casi un siglo tuvieron que trabajar para posibilitar su realización.
Una somera cronología se puede iniciar en 1890, cuando el argentino Gregorio Soler propuso la utilización del río Uruguay en Salto Grande para generar electricidad. Luego, en 1907, el ingeniero uruguayo Juan T. Smith presentó la realización del aprovechamiento como una obra pública de la mayor relevancia. Y, más adelante, se sucedieron una serie de estudios y proyectos, hasta que, en 1938, el canciller argentino y el embajador de Uruguay en Argentina firmaron un acta sobre el interés común para realizar el aprovechamiento del río Uruguay y promover la creación de una Comisión Técnica Mixta (CTM).
Finalmente, en 1946, se firmó un convenio que fue ratificado por Argentina en 1948 y, por el país vecino, en 1958; y se integró la CTM. En 1973, el presidente argentino Juan D. Perón, al firmar el Tratado de Límites del Río de la Plata, anunció en Montevideo la construcción de la represa y, al año siguiente, se puso en marcha la elaboración de los estudios finales, ingeniería, pliegos y licitaciones para dar inicio a la realización de la obra.
BENEFICIOS AMBIENTALES
Las consideraciones llevadas a cabo por Salto Grande sobre los aspectos y estudios ambientales tuvieron un carácter inédito hasta ese momento en la región. Esto llevó a incorporar criterios en el diseño, planificación y construcción del complejo que implicaron, por un lado, la inclusión de la escala de peces para el paso de peces migradores hacia aguas arriba de la central y, por el otro. el planteamiento de un aprovechamiento integral del embalse de Salto Grande para el desarrollo regional.
CONSULTORÍA
La consultoría encargada del proyecto y dirección de la construcción de la obra contratada por la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM) estuvo integrada por el siguiente consorcio de firmas: IATASA e INCONAS, de Argentina; ICLA, de Uruguay; CHAS. T. MAIN, de EE. UU. La participación y el rol relevante que desempeñaron las firmas locales implicaron un salto significativo en el desarrollo de la ingeniería latinoamericana y, particularmente, de la argentina.
Las tareas de consultoría realizadas incluyeron la preparación de documentación del proyecto básico para el llamado a la licitación de la construcción, estudio de las ofertas y la posterior recomendación a CTM para la adjudicación de la contratación de las obras, el desarrollo de la ingeniería de detalle y la inspección de la construcción de las obras civiles; la preparación de la documentación para el llamado a licitación para la provisión del equipamiento hidroelectromecánicos, como el estudio de las ofertas y recomendaciones a CTM para la adjudicación; la inspección de la fabricación y montaje de equipos y pruebas de su funcionamiento; el control de llenado del embalse; la preparación de documentación para la licitación de la construcción de las subestaciones, equipos y líneas de transmisión eléctricas LEAT 500 kV en Argentina y Uruguay; y la inspección de la construcción de las subestaciones y de las líneas LEAT 500 kV.
Este servicio de ingeniería es, sin dudas, un caso para destacar y tener en cuenta para promover la contratación de empresas consultoras para colaborar con el comitente de manera integral y eficiente, con el objeto de obtener obras con la calidad necesaria y en los costos y plazos previstos. Respecto del uso eficaz y eficiente de los recursos, desde la inauguración del primer grupo se ha generado un total de 317.315 GWh y, por ejemplo, en 2017 contribuyó con el 4% de la demanda en Argentina y el 44%, en Uruguay.
PROYECCIÓN Y SUSTENTABILIDAD
Salto Grande ha puesto en marcha un plan de acción estratégico que tiene como objetivo extender la vida útil del complejo que, en la actualidad, tiene casi 40 años de servicio. Esto implicará mejorar su capacidad de producción, renovando y modernizando el equipamiento.
El proyecto cuenta con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y, dentro de este programa, IATASA, conjuntamente con STANTEC, han sido contratadas por la CTM para la “consultoría de apoyo a la unidad ejecutora, coordinación general de las intervenciones, asistencia técnica especializada e inspección de las intervenciones en fábrica y en obra”, que se encuentra en este momento en ejecución.
DE VANGUARDIA
El complejo hidroeléctrico de Salto Grande, de gran importancia geopolítica y estratégica fue construido en los plazos y costos originalmente previstos. Cabe destacar que el tipo de servicio de consultoría, donde se incluyó la elaboración de la ingeniería e inspección de la construcción de las obras y del equipamiento, permitió lograr resultados muy satisfactorios para el comitente y las inversiones realizadas.
De hecho, la calidad de la consultoría fue reconocida previamente con el premio Ingerrsoll Rand por ser la obra hidroeléctrica que tuvo el índice más bajo de accidentes laborales hasta ese momento. Tarea que se vio reflejada en la edición de un libro sobre el manejo y control de accidentes laborales y seguridad en las presas, además de las condiciones de vida, alimentación y sistemas de seguridad en una obra de esta envergadura. Posteriormente, se le dio al emprendimiento el premio Magnus por el carácter monumental de la obra, y los ingenieros José F. Speziale y Carlos Verdi, directivos de IATASA que tuvieron una actuación destacada en el proyecto, fueron galardonados por la Academia Nacional de Ingeniería con la Medalla al Mérito de la Academia.
El proyecto fue vanguardia en sus consideraciones ambientales al elaborar un programa ambiental que recibió el reconocimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y atendió los más diversos temas, entre ellos, los relativos a las poblaciones, flora y fauna, y constituirlo en un lugar de cercanía de la ingeniería a la comunidad; implementándose, además, un centro de información que aún hoy se encuentra activo para recibir a los turistas que visitan el emprendimiento.
ING. ÁNGEL FERRIGNO