Según el Director de Relaciones Públicas de AEM, Justin A. Metzger, “Todos deberíamos prestar mucha atención a lo que ocurre a nuestro alrededor y, lo que es quizá más importante, reconocer el valor de participar en oportunidades de aprendizaje interprofesional”.
Agrega que no es ningún secreto que el panorama empresarial que nos rodea sigue evolucionando a un ritmo veloz y con él llegan retos y oportunidades sin precedentes para las organizaciones, que tratan de mantenerse a la vanguardia de las cambiantes expectativas de los clientes.
“Una forma concreta en que las empresas obtienen información y conocimientos valiosos es examinando lo que ocurre en otros sectores”
Justin A. Metzger
Ya sea mediante la revisión de las mejores prácticas exitosas o la adopción de nuevas perspectivas, las organizaciones pueden aprovechar las experiencias y los puntos de vista de otros para mejorar las estrategias y obtener nuevas perspectivas sobre la innovación.
Metzger utiliza de ejemplo el movimiento de la agricultura «de la granja a la mesa» y su énfasis en el uso de ingredientes producidos localmente: “El sector energético está explorando algo similar, ya que muchas empresas de servicios públicos están estudiando la generación y distribución descentralizadas de energía. De este modo, las empresas de servicios públicos pueden prepararse para la fiabilidad y resistencia que exige el futuro, así como para integrar más fácilmente la generación de energía renovable”.
Cuando se empieza a mirar fuera del propio sector y se fomenta la colaboración interdepartamental, así empieza a producirse la verdadera innovación.
Adoptar un enfoque más abierto para nuestras industrias significa mirar normalmente a la industria de la carretera para ver qué puede haber en el horizonte. Ya se trate de innovaciones en materia de seguridad, como la detección de objetos similares a los sensores de aparcamiento de tu vehículo, o de normativas, como las emisiones de los motores, lo normal es que afecten primero a los vehículos de carretera.
Por otro lado, se desarrolla una cultura de aprendizaje mediante la inspiración intersectorial. Al fomentar la curiosidad y la exploración, los empleados pueden salir de su zona de confort y entrar en un entorno de colaboración. Con los rápidos cambios y la innovación constante que nos rodean, las empresas no pueden —y no deben— comprometerse únicamente con sus propios sectores.
Es de vital importancia que los fabricantes de equipos y los clientes de los sectores agrícola y de la construcción a los que prestan servicio sean más abiertos y receptivos a lo que ocurre a su alrededor. Porque cuando dos industrias chocan en la búsqueda de mayores conocimientos, mayor innovación y eficiencias adicionales, a menudo es un verdadero escenario de «ganar-ganar» que conduce a posibilidades ilimitadas.