La historia de la empresa se inició en los años 50, cuando Raúl Rodríguez le dio vida a su propio gran sueño e instaló, en el garaje de la casa familiar, los primeros molinos para la fabricación de pinturas. Cuando el negocio comenzó a prosperar, se animó a invertir lo que había ahorrado en sus primeros 12 años de trabajo independiente, en un terreno en la calle Palmar, frente al chalet familiar: mudó la maquinaria y contrató a sus primeros empleados. Así, el sueño se convirtió en realidad: Sinteplast.
Hoy en día, el diferencial de la compañía es “estar pendientes de las necesidades del mercado y de los clientes, tanto en el desarrollo e innovación de productos, como en la atención, resolución de dudas, entrega de materiales informativos, generación de tutoriales y canales de comunicación presenciales y virtuales para estar siempre cerca”, enumera Miguel Ángel Rodríguez, director de Operaciones de la empresa.
Pero, también, saber escuchar a sus clientes “es un diferencial clave”. Porque compartir con ellos sus inversiones e investigaciones es una manera de mostrarles que el camino es continuar creciendo, seguir creyendo en sus sueños y desafiar de forma constante el statu quo de los mercados.
¿En qué proyectos de construcción han participado?
Abarcamos muchas industrias. En cuanto a las terminaciones o bien a las obras, en los últimos años hemos desarrollado una nueva unidad de negocio denominada “Sinteplast Construcción”, en la que ofrecemos productos que se utilizan en las etapas iniciales, dado que es importante darles la posibilidad a nuestros clientes de acompañarlos de principio a fin. El portfolio de esta unidad de negocio abarca desde aditivos para morteros (hidrófugos, ligantes, acelerantes de fragüe) hasta productos más técnicos y con mayor valor agregado, como productos para reparación de hormigón y grouting, adhesivos, base coat… Nos involucramos en el inicio de la obra, pudiendo acompañar hasta la terminación final, aplicando pinturas o revestimientos.
¿Cuál es el punto fuerte en su modelo de negocio?
La innovación, el equipo y la constante inversión. La sinergia que se genera a partir de esta conjunción garantiza un crecimiento imparable. Nos caracterizamos por ir siempre hacia adelante, con pasos firmes, apostando por ser los mejores en lo que hacemos, en ser innovadores tanto en los procesos productivos como en los productos finales.
INNOVACIÓN Y DESAFÍOS
¿Cómo piensan crecer en este 2023 dentro de la región?
Tenemos plantas productivas en Asunción (Paraguay), Montevideo (Uruguay), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y 2 plantas en Brasil (Río de Janeiro y San Pablo), y consideramos que es imprescindible crecer en estos países para seguir desarrollando una barrera de protección sobre nuestro mercado de origen, la Argentina, y seguir desarrollando la compañía como una MultiLatam.
¿Y en cuanto a la Argentina?
Hay varios proyectos que representarán el desarrollo de productos para poder brindar, a nuestros actuales y futuros clientes, una mayor diversidad de productos; además, se proyecta una inversión de más de USD 10.000.000 que permitirá ampliar la capacidad de producción. Dichas inversiones estarán destinadas a la reconstrucción y expansión de la planta de resinas ubicada en la provincia de San Luis, ampliaciones en las plantas de Ezeiza y mejoras en software.
¿Cuáles son sus perspectivas’
Las perspectivas en un entorno desafiante son seguir creyendo en nuestros sueños de emprender nuevos negocios, ya que se encuentra en nuestro ADN desarrollar constantemente nuevos proyectos. Nos encontramos ampliando nuestra capacidad de producción de los productos industriales y los relacionados con automotor, elevándola un 30%. Muchos de los proyectos relacionados a desarrollo o lanzamiento de producto están vinculados con el sector de construcción
Y ahora, ¿qué se encuentran llevando a cabo?
Constantemente investigamos y hacemos pruebas para la elaboración de nuevos productos de todas nuestras líneas de negocio: hogar y obra, construcción, industria y repintado automotor. Desarrollamos un decorador virtual que presentamos junto a nuestra nueva paleta de tendencias BigBang Colors, que fue presentada enteramente online y luego les hicimos llegar material a arquitectos, decoradores, influencers, como los ColorBox (colores aplicados sobre madera para llevar a la obra) o los ColorWallStick, que son stickers con pintura real para hacer prueba color y medir el cambio que se da con la iluminación tanto natural como artificial a lo largo del día.
¿Cómo puede la empresa seguir desarrollándose?
Con inversión y apostando al futuro. Nunca bajamos los brazos, este año cumplimos 65 años y, en muchas ocasiones, afrontamos diferentes crisis en el país, económicas, sociales, políticas, pandemia; pero la mejor forma de continuar con la producción es haciéndolo con la confianza y seguridad de que podemos salir adelante, seguir acompañando a las personas con nuestros productos, siendo fieles a nuestros colaboradores, clientes y proveedores en todo momento.
ACCIONES
Hoy la compañía se encuentra en un momento bisagra, son conscientes, afirman, de que el propio crecimiento les exige madurar en algunas cuestiones. Y ya no solo les alcanza con hacer lo correcto, “sino que debemos plantearnos nuevos desafíos para dar más de lo esperado”, asegura Rodríguez.
¿Detrás de cada producto Sinteplast hay una historia que contar…?
Sí, que inicia con investigación y desarrollo, continúa con la incorporación de industria 4.0 y se concreta con sostenibilidad. Desde hace más de 10 años hemos puesto el foco en las comunidades cercanas a nuestras plantas productivas, en Argentina: Ezeiza, San Luis y Córdoba. Desarrollamos una política de donaciones que pretende poner en valor las estructuras de diferentes fundaciones, escuelas y ONG, no solo con la entrega de productos, también con visitas y asesoramiento técnico para la detección de posibles problemas edilicios estructurales, de humedad, rajaduras, etc.
¿Toman a la educación como una llave?
Como una llave del cambio. Así, apadrinamos al Centro de Formación Profesional de Spegazzini, un espacio situado en el municipio de Ezeiza, con quienes trabajamos a diario para brindar capacitación desde chicos del último año del secundario hasta la comunidad en general, para formar profesionales vinculados con la industria. A su vez, brindamos tecnología y materiales para dichas capacitaciones con un alcance de más de 300 egresados por año. Bajo la premisa de que uno no puede querer lo que no conoce, realizamos convenios con universidades y escuelas para organizar visitas a la planta, armadas a medida según el programa e interés de cada año y damos charlas de orientación vocacional. Y en nuestras plantas tenemos centros de formación propios donde todos los meses se llevan a cabo capacitaciones para nuestros clientes, pinturerías, arquitectos, diseñadores y los propios colaboradores.
¿Con qué tiene que ver su política de sostenibilidad?
Está integrada por cinco pilares relacionados con todo lo mencionado: la educación, la comunidad, el equipo, el ambiente y el desarrollo productivo. Esas bases son nuestro faro para la toma de decisiones y para seguir creciendo como negocio, pero sin perder el foco en el entorno.
¿Y en cuanto a las acciones ambientales?
Por tercer año consecutivo, hemos logrado reducir el consumo energético incluso habiendo aumentado los niveles de producción, instalamos termos solares en las plantas para abastecer comedor y vestuarios, recolectamos agua de lluvia para riego, recuperamos el 100% del agua de lavado de nuestra planta de pinturas acuosas, cambiamos las luminarias a tecnología led, concluimos con la puesta en funcionamiento de un depósito y sistema logístico de última generación cuyo diseño y tecnología nos ha permitido lograr una sustancial mejora de eficiencia desde el punto de vista operativo y un muy importante ahorro en el consumo de energía, y algunos de nuestros envases ya contienen hasta un 25% de material reciclado en su composición.
CONSTRUCCIÓN AL DÍA
¿Qué factores impactaron más a la industria?
Venimos de casi dos años atípicos atravesados por una pandemia mundial que alteró sustancialmente los valores de la logística internacional y las condiciones para obtener materias primas, lo cual complica la previsión productiva. Por otro lado, en Argentina atravesamos contextos inflacionarios que influyen directamente en la posibilidad de construir e invertir. La pandemia generó desabastecimiento, demoras en entrega de productos, aumento de costos y en general, gran incertidumbre social. Hoy vemos que todo eso empieza lentamente a ordenarse y que la industria está avanzando.
¿Qué escenario imagina que podría atravesar la construcción?
La industria se está acomodando y ha marcado un crecimiento en el último tiempo; esperamos mejoras sostenidas para el sector.
¿Qué debería cambiar en Argentina para garantizar el futuro de la industria?
Macroeconomía ordenada que impulse a todos los sectores y que incentive la inversión y desarrollo. Ningún sector industrial puede crecer por sí solo, dado que entre todos generamos una cadena productiva y nos abastecemos mutuamente con los productos. Para esto, es fundamental que las pymes tengan mayores incentivos para nacer y crecer, lo que se traduce en mayor empleo. Debe haber medidas federales que potencien a las empresas de todo el país y, sin dudas, más inversión, desarrollo y la posibilidad de contar con más previsibilidad respecto de la importación y exportación de materias primas y productos terminados.