Abrimos el año con una entrevista a Gerardo Martínez, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), cargo que ejerce desde 1990. En ella abordó la pérdida de puestos de trabajo debido a la caída de la actividad registrada durante los últimos años y por la pandemia, la implementación de los protocolos en las obras, las medidas tomadas para paliar la situación social de sus agremiados y compartió sus proyecciones para 2021.
MARÍA EUGENIA USATINSKY
¿Cómo es su evaluación del impacto de la pandemia en el sector?
En términos globales, la pandemia irrumpió repentinamente causando una parálisis general en todo el tejido productivo, forzando a un estado de excepción por la alteración de la oferta y demanda de los bienes y servicios de la economía. Particularmente en la Argentina, esta situación se vio profundizada por las condiciones macroeconómicas y de entorno socio-laboral en las que el gobierno nacional se hizo cargo de la administración del país.
Esta pandemia puso en evidencia las desigualdades preexistentes y nuestro sector es una muestra de ello. Pese a la rápida reacción en cuanto a los programas de asistencia al trabajo y la producción y del IFE, los y las trabajadoras vinculados a la construcción no tuvieron una respuesta inmediata y satisfactoria en términos de sustitución plena de sus ingresos. El magro nivel de actividad en nuestra industria hacia fines de 2019-sumado a la parálisis forzada por la pandemia- amplificaron los problemas de empleo y suspensiones. Esto nos llevó a la necesidad de ser proactivos en la búsqueda de soluciones en un marco de objetivas dificultades.
¿Cómo es su análisis sobre los resultados de la implementación de los protocolos en las obras? ¿Se cumplieron? ¿Fueron eficientes?
La necesidad de volver al trabajo cuidando la vida en este difícil contexto fue nuestro objetivo desde el primer momento. Por las razones ya mencionadas -aun comprendiendo las fundadas causas de emergencia sanitaria- los trabajadores constructores no nos podíamos quedar con los brazos cruzados esperando que esta pandemia pase. Por ello instruimos puntualmente a nuestros equipos de Salud y Seguridad en el Trabajo (SST) a estudiar las mejores alternativas de vuelta a las actividades posibles con los métodos más eficientes de prevención de riesgos biológicos.
Esta iniciativa fue compartida por el sector empresario y, en conjunto, pudimos establecer protocolos que convalidamos ante la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, que permitieron la paulatina reanudación de obras con resultados satisfactorios en general.
Incluso, aun en el caso de detección de positivos COVID-19, el trabajo coordinado y preventivo permitió el aislamiento de los trabajadores, pudiendo proteger al conjunto y cuidando su salud.
¿Qué tipo de acciones llevaron a cabo para contener la situación de los trabajadores del sector durante estos meses de pandemia y caída de actividad?
Nosotros concebimos la acción sindical como mucho más que la defensa de los intereses profesionales de los trabajadores. Pusimos toda nuestra red social al servicio de construir la llamada pospandemia y de amortiguar los efectos de la pérdida de la actividad y del empleo. Desde gestiones con las empresas, con el gobierno nacional para mantener activos los emprendimientos y obras que pudieran continuar en actividad, hasta la atención de las urgencias para compañeros que -sin ingresos- fueron provistos con bolsones de alimentos, como paliativo hasta recuperar el empleo.
No nos gusta esta situación, todos nuestros compañeros merecen vivir de la dignidad que nos proporciona el trabajo. Esta fue la razón que nos inspiró e inspira a buscar las vías de reactivación de una industria que tiene que ser el motor de la recuperación de nuestro país.
CAMINO A LA RECUPERACIÓN
¿Cómo son sus proyecciones para 2021?
Habrá recuperación gradual y dispar por territorio y por sector productivo, vinculado también al desenvolvimiento general de la pandemia y a la dinámica del proceso de vacunación. En este marco, para garantizar un 2021 de recuperación, reconstrucción y poder afrontar esta situación es importante la articulación estratégica en el plano sectorial, del sindicato con los empresarios y, además, con el actor estatal en el ámbito de las políticas públicas de trabajo, salud y obras públicas.
¿Cómo prevé que podrían recuperarse puestos de trabajo en el sector? ¿Qué tipo de gestiones realizan para ello?
La recuperación va a presentar diferencias en cuanto a ritmos e impactos. Parte estará vinculada a la dinámica de la obra pública, donde el trabajo articulado entre el Ministerio de Obras Públicas, la cámara empresaria y el sindicato va a colaborar en acelerar su desenvolvimiento.
En este sentido, nuestro sindicato está actualmente involucrado en un programa de desarrollo integral con eje central en la generación de empleo a partir de la obra pública, pero también direccionado a promover al protagonismo de los actores de la sociedad civil y un mayor dinamismo del empleo privado.
En segundo lugar, en el sector privado, dependerá de la situación de los distintos territorios, de las empresas y de las condiciones de evolución de la pandemia y del proceso de vacunación. Desde el sindicato se monitorea de manera sistemática y continua el desarrollo de la situación de cada territorio.
Ante la llegada de una segunda ola de COVID-19, ¿consideran que deberían volver a cerrarse las obras de construcción privadas?
Estamos viviendo en retardo los que se evidencia en Europa. Entiendo que este año tomamos nota de dos enseñanzas, las políticas disposiciones preventivas frente a este virus fueron necesarias pero no suficientes. Necesitamos hacer lo propio como sociedad, cuidarnos y protegernos en nuestros ámbitos ante esta amenaza que se disemina independientemente de nuestra voluntad. Lo segundo, y esto creo que es una buena noticia aunque debemos ser cautos y responsables, es la aparición de las vacunas, que permiten despejar las incertidumbres a mediano plazo.
Con este escenario hacia adelante, debemos encaminarnos hacia un nuevo año de recuperación de la actividad y del empleo, aunque con los debidos recaudos y sin descuidar la prevención.
TENDENCIASLABORALES
¿Cómo visualiza que será el futuro del trabajo en la construcción?
Es un futuro complejo, segmentado y con muchas diferencias en el conjunto del sector en cuanto a proceso de trabajo, diversidad territorial y convivencia de tecnologías (prácticas de innovación coexistiendo con formas de trabajo más tradicionales).
Este futuro plantea desafíos muy importantes a la organización sindical para dar respuestas a la diversidad de demandas. Por ejemplo, la necesidad de mejorar las calificaciones de los trabajadores con propuestas de formación profesional flexibles que puedan acompañar al trabajador de la industria, dando respuestas a la amplia gama de demandas y necesidades de calificación para los nuevos desafíos.
¿Cuáles son las principales falencias de los trabajadores de la construcción que están pendientes de mejora?
Un eje clave es la convivencia de tecnologías tradicionales con tecnologías más innovadoras en el conjunto de la actividad, lo que implica procesos de trabajo en obra mucho más complejos para el trabajador. Esto desafía al sector, por un lado, a dar respuesta a las necesidades de mejoras en un dominio más especializado sobre las tecnologías y procesos de trabajo tradicionales y, de modo simultáneo, la integración y el aprendizaje de los nuevos sistemas constructivos y de tecnologías innovadoras.
Por otra parte, si bien en las últimas décadas se avanzó mucho en los temas de salud y seguridad en el trabajo, es necesaria su profundización como un eje esencial para la instalación de mejores prácticas en la industria.
¿Sobre qué aspectos debería incrementarse la capacitación del personal de la construcción?
En primer lugar, en todos los aspectos vinculados a recalificar a trabajadores con experiencia que necesitan mayor especialización y profundización en sus oficios.
En segundo lugar, a los jóvenes que quieren incorporarse al sector, brindarles una formación en los oficios tradicionales de la industria. En tercer lugar, profundizar la incorporación -en la agenda de la formación profesional sectorial- de todos los aspectos relacionados con construcciones sustentables e industrializadas, internet de las cosas y energías renovables.
Asociado a ello, es necesario todo un proceso general de acercamiento de los trabajadores a las nuevas tecnologías mediante procesos de transferencia dentro de las instituciones de formación profesional del sector.
Finalmente, esto debe estar acompañado por acciones de capacitación en todo lo que se corresponda con la salud y seguridad en el trabajo, así como el cuidado medioambiental.