Por PATRICIA OSUNA GUTIÉRREZ
Analizar el estado de las rutas argentinas y conocer de primera fuente mediante las cámaras del sector qué y dónde debería mejorarse la trama es un buen primer paso para saber el real camino a seguir.
Durante el Seminario Patrimonio Vial, Transporte y Logística organizado por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) junto con la Asociación Argentina de Carreteras, El Constructor entrevistó al arquitecto Carlos Gutiérrez García, miembro del departamento de Infraestructura Vial de la Fadeeac y la Fundación Profesional para el Transporte, para conocer desde la federación cómo ven la actualidad de las rutas argentinas, entre otros aspectos que hacen al desarrollo del segmento del transporte de carga.
¿Qué evaluación hacen del estado de la infraestructura vial nacional?
Desde la Fadeeac realizamos un trabajo junto a un especialista en sistema de información geográfica —que desarrolla todos los mapas—, una licenciada en ambiente —que hace la evaluación ambiental del proyecto— y con el apoyo de otras áreas hemos recorrido de octubre de 2022 a octubre del actual 13500 kilómetros sobre los cuales encontramos una mezcla de resultados. No hay homogeneidad en el estado de las rutas, hay muy buenas y hay muy malas.
Cerca de los grandes centros poblados las rutas están en mejor estado y conforme se van alejando de estos, empiezan a encontrarse malas rutas.
También, a lo largo de una sola ruta, no se encuentra el mismo estado, tiene tramos óptimos y otros destruidos.
¿Para qué sirven los resultados de este estudio?
Los conductores conocen las características de las rutas, saben dónde está cada bache y cómo manejar y maniobrar, conocen cómo está la situación y a nosotros nos llegan los pedidos de las cámaras porque quieren verlo plasmado.
Hacemos un mapa muy claro de la situación respecto de cada solicitud y, si hay un rojo, se sabe que hay problemas y deben prestar atención.
Damos material para que las Cámaras puedan negociar con Vialidad que también realiza sus propias mediciones e informes, para mostrar las situaciones de las rutas y el peligro para el transporte de carga y los vehículos particulares que, casi siempre, son los que llevan la peor parte.
De la trama vial, ¿cuáles son los desafíos para el progreso a mediano y largo plazo?
Ante el panorama, la postura de la Fadeeac es hacerse del lado de Vialidad y mostrarle los resultados del informe que venimos teniendo para que vea el estado de las rutas e invierta en las zonas que están en el peor estado.
La Federación releva las rutas a pedido de las 44 cámaras que la componen, recibimos cada solicitud en el Departamento de Infraestructura y presentamos los resultados a la cámara que lo haya pedido para que tome los recaudos con Vialidad Provincial y posteriormente con Vialidad Nacional para encontrar soluciones a partir de datos actualizados.
¿Las obras son coyunturales para el desarrollo del país?
Las rutas funcionan igual que los ríos con afluentes: todos son afluentes de afluentes, entonces, no se puede encontrar una economía sólida si desde el origen no disponemos de rutas que permitan moldear la economía y, sobre todo, la agraria o semindustrial como la que tenemos en el país.
Buscamos que haya facilidad para el movimiento en las cargas. En cualquier ciudad o municipio del país las personas usan zapatos o compran papel higiénico, los mismos productos, cambian las marcas o los volúmenes y siempre viajan en camión de diferentes tipos o modalidades grande, chico, para el reparto.
La visión de Fadeeac es un transporte que permita hacer esa integración que tenga rutas sanas y estación de transferencia y que los municipios estén enterados de lo que es el transporte. Porque muchos quieren los productos, pero les hacen el quite a las rutas de acceso para los camiones.
Necesitamos que den facilidades y queremos una gobernanza adecuada para el transporte y que entienda los beneficios y desventajas de tener en su municipio el paso de camiones. Hay que analizar una infraestructura acorde para que los camiones pasen y hagan su trabajo.
¿Hay interconexión planificada entre las trazas urbanas y las rutas nacionales?
El tema pasa por la transferencia, hay que entender que el transporte tiene unas condiciones económicas muy complejas.
La combinación de costos del transporte no es solo llevar el producto del lugar A al lugar B, C o D, en el medio se requiere espacio, equipamiento, personas y servicios. Un ejemplo de esto es el Centro de Transbordo de Cargas de Capital Federal en Pompeya, el cual es un gran logro y la ciudad realmente lo estaba necesitando hace tiempo. Está cerca de las principales rutas de acceso, en un lugar industrial, con la geografía y normativa necesaria. Todo está aplicado para que los camiones pasen por ese lugar y entren y salgan fácilmente de la ciudad. De ahí, se sale con un vehículo de menor porte a hacer el reparto.
El desafío del transporte es encontrar cadenas que permitan hacer transferencias a bajo costo, ser lo más eficientes posibles y que requieran la menor cantidad de recursos porque cada transferencia entra a la suma de los costos.
¿Qué pasa con el tema de la sobrecarga y cómo afecta las rutas?
Si un camión va en regla con su peso y hay otro camión en la ruta que va con 60 o 65 toneladas, entonces ese camión está haciendo una competencia desleal. Desde Fadeeac pedimos a Vialidad que controle esa competencia desleal. Que coloque las básculas en los lugares que las tiene que instalar y controle que quienes van en regla se beneficien.
Acerca de la inversión en infraestructura vial, ¿se ven diferencias en las inversiones en el país?
Somos un país con una autonomía provincial en donde se entrecruzan algunos factores, ya que hay rutas que son nacionales y están bajo jurisdicción de Vialidad Nacional o rutas provinciales que están a cargo de Vialidad Provincial. Pero también está el caso de rutas nacionales bajo jurisdicción provincial.
La situación económica también hace que rutas que deberían estar bien lamentablemente no están en las mejores condiciones a cuenta de contratos que se han caído.
¿Afecta a una flota que las rutas estén en mal estado?
Perjudica muchísimo a las empresas desde lo económico, teniendo en cuenta que un camión hace en promedio 1000 km diarios y acelerar y frenar consume muchísimo combustible. Si la ruta está en malas condiciones, obliga a gastar más porque no puede ir a velocidad crucero que es lo ideal, va acelerando y frenando.
Además, el gasto de los neumáticos sube, ya que en promedio un camión cambia 1.1 neumáticos por mes con valores cambiantes a diario y las piezas móviles sufren roturas. El mal estado de las rutas hace que las empresas pierdan ganancia, los sobrecostos los absorben y van por la línea de seguridad del negocio del transporte donde están empezando a jugar muy fino y a tener márgenes cada vez más chicos.
¿Argentina puede tener rutas aptas para el transporte de carga mediante unidades autónomas?
No creo que sea una utopía, pero no es el momento. Primero tiene que haber rutas, más camiones a gas, más espacios de transferencia y que sigan estando los conductores porque la tecnología tiene que apuntar a mejorar la vida de la gente y no a dejarla sin trabajo.
¿Qué incidencia tiene la política o las elecciones en la planificación de la infraestructura?
Quisiera que el año electoral no tuviera ninguna injerencia en el desarrollo de la infraestructura, porque el país tiene que seguir funcionando siempre y la toma de determinaciones tiene que apuntar a que haya un piloto automático en ciertas cosas y las rutas no son negociables.
Las decisiones políticas tienen que apuntar a que la economía mejore y tener un horizonte a 50 años de crecimiento de nuestras rutas.
Es decir, desarrollar la planificación territorial, que es un polo integrador y esto no debería pasar por la política si no que debería ser un piloto automático planificador.
