Ingeniería Sin Fronteras (ISF) es una asociación civil que trabaja por el desarrollo sostenible con enfoque de derechos humanos. El Constructor dialogó con el Ing. Esteban de Olmos, coordinador general, sobre sus proyectos destacados del año en Buenos Aires y Santiago del Estero y también sobre su plataforma digital colaborativa llamada COMAGUA.
¿Qué proyectos del 2023 podrían destacar? ¿Cuál ha presentado los mayores desafíos?
El 2023 ha sido un año muy desafiante ya que pudimos alcanzar un objetivo en el que venimos trabajando desde el inicio de la organización: incidir en políticas públicas que atiendan la problemática del agua en comunidades rurales dispersas. En este sentido, queremos destacar un logro en particular que es haber podido incidir en el primer Programa de acceso al agua, la higiene y el saneamiento en zonas rurales dispersas, creado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación. En articulación con la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento y tres municipios de Santiago del Estero, llevamos adelante la construcción de 83 sistemas domiciliarios de agua destinados a más de 300 personas. A nivel constructivo, se trata de una tecnología muy sencilla. Los sistemas consisten en una cisterna de placas de hormigón para almacenar el agua, con una capacidad de 16 mil litros, y una estructura con techo para captar agua de lluvia que está conectada a la cisterna. Como parte del programa, para construir los sistemas recurrimos a la capacitación y contratación de trabajadores de la zona. Con estas obras se logró facilitar el acceso al agua en comunidades rurales dispersas, derecho humano fundamental, y promover la creación de empleo.
¿Qué podrían detallar acerca de la iniciativa COMAGUA?
Dado que no existen datos precisos sobre la realidad de las familias que viven en las comunidades dispersas, COMAGUA es una plataforma digital colaborativa que permite la gestión y visualización de datos sobre la situación del agua en parajes rurales. Creamos esta herramienta para que las organizaciones puedan gestionar sus relevamientos en territorio, darles seguimiento, visualizar de manera ordenada la información que se va recolectando y diseñar sus proyectos partiendo del conocimiento de la realidad local. A su vez, buscamos promover el acceso a la información sobre la problemática del agua para la población en general y, para quienes toman decisiones, sirve de recurso para el análisis y el diseño de políticas adecuadas a las necesidades de cada territorio. Contar con datos georreferenciados, detallados y de calidad se vuelve fundamental para tomar decisiones, pensar soluciones en conjunto y formular proyectos. Sin dudas, COMAGUA fue la base para poder incidir en el programa nacional de agua porque permitió acercar los datos a los tomadores de decisión.
¿De qué forma participan las comunidades de sus proyectos?
La participación de las comunidades es un factor fundamental que guía nuestros proyectos, forma parte de nuestra metodología de trabajo; está en nuestro ADN. En ese sentido, buscamos generar instancias de participación de los distintos grupos involucrados para lograr procesos que permitan una mayor incidencia. En la práctica, lo llevamos a cabo a través de diagnósticos y diseños participativos, construcción colectiva, talleres de capacitación y asambleas comunitarias para la toma de decisiones durante todo el proceso.
La construcción de alianzas también es uno de los pilares en los que nos apoyamos para materializar las propuestas. Tenemos la convicción de que para poder lograr una transformación social significativa es necesario que todos nos involucremos. Por eso, apostamos al trabajo en red y la articulación entre múltiples actores: vecinos y vecinas, organizaciones sociales, municipios, organismos públicos, universidades y empresas. Este año, por ejemplo, alcanzamos alrededor de cuarenta alianzas.
¿Qué significó para la asociación ganar el concurso de la Cámara de Comercio Suizo Argentina en «Acciones Positivas»?
En el marco del concurso “Acciones Positivas”, que la Cámara de Comercio Suizo Argentina realiza todos los años, este 2023 tuvimos el orgullo de recibir el premio en la categoría «Entidades» (por el rubro Tecnología) por la acción «Relevamiento de la situación del agua y saneamiento en parajes rurales». Se trata de una iniciativa que iniciamos en el 2021 con el objetivo de conocer a fondo la problemática y poder pensar soluciones en contexto, en alianza con la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina e Indígena de Santiago del Estero. Los datos del relevamiento están hoy visibles en la plataforma COMAGUA. Es nuestro desafío escalar el relevamiento a otras provincias del país, sabiendo que contar con información precisa y detallada de la problemática es una herramienta indispensable a la hora de implementar soluciones. En este sentido, el reconocimiento recibido por la Cámara Suiza es muy importante para ISF-Ar por el impacto que genera en las comunidades en las que trabajamos, por el alcance y el respaldo que este premio otorga y porque nos permite visibilizar las acciones para que otras personas se involucren en la causa. Además, existe una relación de ISF-Ar con instituciones suizas a través del tiempo que ha implicado vínculos con ISF Suiza, con el Politécnico de Zúrich, apoyos de la Embajada en proyectos, alianzas con empresas de este país y ahora este reconocimiento.
¿En qué se encuentran trabajando actualmente?
Este año lo cerramos con la reciente inauguración de la ampliación de un jardín de infantes en Villa Ballester, Buenos Aires, también pudimos retomar nuestro trabajo en el penal de San Martín donde estamos adecuando un espacio para las infancias en la unidad 46 en la que viven más de 100 mujeres privadas de su libertad. Estamos diseñando un nuevo proyecto en Quilmes: la construcción de un espacio para las infancias en un centro comunitario. Asimismo, nuestro programa de Formación e Incidencia siguió creciendo y más estudiantes y profesionales de distintas partes del mundo se acercaron a nuestras dos diplomaturas: la de Gestión Estratégica en proyectos sociales y la de Energía y Desarrollo Sostenible.
En Santiago del Estero estamos en la etapa final de la ejecución de cuatro proyectos de acceso al agua. Como mencionamos anteriormente, tres de ellos como parte del Programa de Agua del Ministerio de Obras Públicas y uno de ellos de construcción comunitaria. Nuestro objetivo de federalización continúa, el nodo de Córdoba se encuentra finalizando un proyecto de infraestructura con foco en el desarrollo productivo y la autonomía de más de 300 mujeres y en la búsqueda de nuevos proyectos para encarar el 2024.
¿Cómo han afrontado el contexto económico del país?
El contexto inflacionario ha sido una gran preocupación para todo el país y una asociación civil como la nuestra no queda exenta, más cuando se trata de proyectos de infraestructura como los que llevamos adelante. El 2023 ha sido un año de gran crecimiento como organización y de consolidación del trabajo en causas concretas que venimos abordando desde los inicios como es el acceso al agua, la infraestructura comunitaria, el desarrollo productivo y organizacional, junto a las comunidades, organizaciones sociales, empresas, universidades y distintos niveles del Estado. Creemos que esto no hubiera sido posible sin la apuesta al trabajo articulado y la constitución de alianzas que permitieron viabilizar los proyectos. La crisis económica nos desafía a trabajar más que nunca en la construcción de redes multisectoriales y diversas que posibiliten acciones concretas con impacto social en las comunidades en situación de extrema vulnerabilidad.
¿Cuáles son los desafíos para el 2024?
Es nuestro deseo poder profundizar el programa de acceso al agua en comunidades rurales aisladas para llegar a más familias rurales que todavía no cuentan con el acceso al agua. Como parte de las acciones de este programa queremos escalar el relevamiento de hogares a otros parajes rurales y a otras provincias del país y seguir creciendo en materia de tecnología e innovación social, generando herramientas digitales para el trabajo en territorio. También poder continuar acompañando y fortaleciendo a las organizaciones sociales que trabajan en contextos de extrema vulnerabilidad a través de la construcción de espacios que promuevan los derechos de niños, niñas y adolescentes. Además, seguiremos acompañando proyectos que favorezcan la autonomía económica de las mujeres. Igualmente buscamos incidir en la formación de profesionales y el voluntariado, que es un gran motor que impulsa y moviliza los proyectos. Confiamos mucho en los equipos de trabajo que constituimos, grupos humanos formados por profesionales de distintas disciplinas, apasionados y comprometidos con una ingeniería para el bien común.
Para finalizar, no podemos negar que el contexto económico, social y político es desafiante. Sabemos que todavía queda mucho por hacer y, en este sentido, creemos que los proyectos de base tecnológica son una gran herramienta para dar respuestas y mejores soluciones a las necesidades de la sociedad. Por eso, queremos invitar a quienes lean esta nota a conocer lo que hacemos en ISF-Ar. Las puertas están abiertas para participar de diferentes maneras.