Entrevistamos a Nicolás Palestini Abramovich y Facundo Geremia, por Catalizadores de Valor, una organización descentralizada que reúne, articula e implementa las capacidades adecuadas para abordar los desafíos de transformación e innovación que enfrentan líderes y organizaciones en todas las industrias.
A la hora de plantearse qué es lo más importante en el proceso de introducción de la innovación a una industria, para Nicolás Palestini Abramovich, al haber acompañado desde Catalizadores a múltiples tipos de industrias y organizaciones en el cero a uno de la innovación, “nuestra experiencia nos deja como conclusión que el factor central es lograr establecer las condiciones necesarias para que una agenda de innovación pueda nacer y ser sostenible en el tiempo.”
Para él, “la innovación bien entendida es un proceso sistemático, riguroso y consistente en el que, estadísticamente, 9 de cada 10 personas o equipos que se animan a emprender van a quedar en el camino.
Y esto, ¿a qué se debe?
Nicolás Palestini Abramovich: A factores como la escasez de información, la mala lectura del mercado y los segmentos de cliente, la ausencia de alianzas estratégicas a partir de las cuales construir y, por sobre todo, a la falta de dominio técnico sobre un área de conocimiento específico. Entonces, si como industria queremos empezar a abrirnos a una nueva manera de generar valor innovador, tenemos que, necesariamente, comprometernos en el diseño de los incentivos correctos. Incentivos que no necesariamente pasan por lo económico, sino por poder articular las interfaces necesarias para que se dé un intercambio genuino entre industria, organizaciones y emprendedores, para que todas las partes involucradas puedan compartir sus puntos de dolor y se abra el juego a la experimentación, el desarrollo de pilotos y la posibilidad de validación de nuevos productos, servicios, soluciones o modelos de negocio innovadores.
¿Qué cambios se esperan ver en una industria que decide apostar a la innovación?
Facundo Geremia: A veces, cuando escuchamos hablar de innovación y los cambios que pueden ocurrir en las industrias, solemos ver dos polos que, por lo general, desembocan en la frustración de las organizaciones y echan por tierra todos los esfuerzos de continuar explorando. Por un lado, vemos la innovación disruptiva (a veces llamada destrucción creativa) y depositamos toda nuestra expectativa, recursos y esfuerzos en encontrar en pocos meses el próximo unicornio de la industria (ignorando el componente estadístico del que hablamos antes y más aún las remotas probabilidades de ocurrencia de un unicornio). Por el otro lado, también nos encontramos con la romantización de la lluvia de post-its y los hackatones como simplificación del proceso creativo que, generalmente, desemboca en un stock de ideas que quedan en la nada. Ambos polos de la innovación son lugares comunes que, a la larga terminan no solo generando falsas expectativas de cambio, sino también alejan o espantan a industrias y actores del proceso innovador. Sin embargo, las organizaciones e industrias que realmente innovan lo hacen conscientes de que entre ambos polos hay un trabajo sistemático y consistente, anclado en metodologías, en saber enamorarse de los problemas y no de las soluciones, en la experimentación y la iteración para hallar soluciones a desafíos. El resultado natural de aquellas industrias y organizaciones que apuestan por la innovación con este enfoque es conseguir desbloquear nuevas expresiones de valor de negocio, revitalizando el negocio tradicional, y encontrando, al mismo tiempo, nuevos modelos de negocio y servicio mucho antes que sus competidores.
¿Cuál es el factor potenciador de un proceso de innovación?
NPA: Esta pregunta es muy interesante y realmente nos invita a partir desde un consejo general y, luego, echar luz sobre dos enfoques bien diferenciados (pero para nada excluyentes entre sí) para innovar. El paso más importante para potenciar cualquier proceso de innovación es invertir el tiempo suficiente para destilar el problema o desafío que queremos resolver, ya que este insumo aporta mucho valor estratégico a la hora de llegar a ideas y soluciones. Aquellas organizaciones que se sientan más confortables con la idea de desarrollar intraemprendedores entre sus filas tienen que comprender que los primeros esfuerzos van a devolver como principal resultado transformación cultural y desarrollo de talento, mas no el próximo unicornio. En este sentido, es importante que quienes opten por esta estrategia resistan la urgencia de trasladar a sus equipos el mandato de diseñar el futuro y que, por el contrario, vengan con la cabeza abierta, dándoles el tiempo y la atención necesaria para ayudarlos a iterar y perfeccionar sus ideas y habilidades. Quienes sigan este consejo van a generar, en el corto y mediano plazo, talento y, por sobre todo, promotores de la innovación. Aquellas organizaciones que inviertan el tiempo y recursos necesarios para crear una interfaz atractiva de conversación y cocreación van a encontrar en el ecosistema emprendedor un semillero de talento ávido de colaborar en resolver más rápido, barato y con mejor dominio de la tecnología los desafíos de la organización. En este camino, es fundamental no asfixiar al emprendedor con el mandato cultural de las grandes organizaciones y poder ponerle a la mano todo nuestro conocimiento y mecanismos para que se acelere el pasaje de la idea a la acción. Como recomendación final, toda gran idea (surgida a partir de cualesquiera de las estrategias mencionadas) necesita encontrar un entorno de prueba y experimentación que permita bajarle el riesgo hasta dar con un modelo de negocio viable, deseable y factible de ser llevado a escala. Este es el factor potenciador definitivo de cualquier proceso innovador.
¿En qué estado ves a la industria de la construcción y a sus empresas en particular?
FG: Para responder a esta pregunta es interesante mirar lo que está sucediendo a nivel regional en materia de innovación y emprendedorismo. Hoy, estamos viendo la llegada de un número cada vez mayor de emprendedores que buscan hacerse cargo de la transformación de la industria de la construcción en muchas áreas de oportunidad no atendidas a partir del uso de la tecnología, la ciencia aplicada y el ingenio: performance de materiales, técnicas constructivas, tecnologías de gestión, nuevos modelos de comercialización y logística, y sustentabilidad son solo algunas expresiones de lo que está sucediendo en este momento y que tienen un potencial dinamizador intrínseco enorme para los actores de la industria de la construcción. La industria puede aprender mucho de lo que está pasando aguas arriba en su cadena de valor, en el ámbito de los fabricantes de materiales, a través de sus fondos de venture capital corporativos. La enseñanza es que, hoy en día, cualquier empresa con recursos modestos tiene a disposición un greenfield muy importante en tanto quiera abrirse a un juego competitivo con otros actores para revolucionar la industria, valiéndose de espacios como, por ejemplo, TIIC.
¿Cómo colabora TIIC en este sentido?
NPA: Aporta un valor significativo a la industria de la construcción al convertirse en el punto nodal que reúne a las empresas de la industria con startups, universidades y polos científicos, gobiernos y fondos de capital emprendedor, con el propósito de encontrar y catalizar el desarrollo de soluciones innovadoras. De cara a los emprendedores, TIIC provee una cantera donde encontrar no solo desafíos, sino también metodología y fuente de validación y exposición para los proyectos en los que vienen trabajando a diario.
¿Cuál sería el rol más beneficioso de los empresarios y empresas del sector?
FG: Hoy, tras cinco años de recorrido, TIIC es el ejemplo de lo que significa articular una estrategia consistente de vinculación y trabajo junto al ecosistema emprendedor. Por eso nuestra mejor recomendación hacia los empresarios y empresas del sector es capitalizar la existencia de este espacio propio de la industria, acercándose a cocrear, aportando conocimiento técnico, terreno para ensayar pilotos y pruebas de concepto, y, por sobre todo, vinculándose a emprendedores de la mano del equipo TIIC.
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