El Constructor dialogó con Aloïs Bataille , director general de Liebherr-Argentina, (en la foto junto a Matías Otamendi -Ejecutivo Comercial-) para conocer más sobre el negocio de la firma alemana en nuestro país. La importancia de la capacitación, los proyectos en carpeta y cómo lidiar con la economía argentina.
¿Cuál es la expectativa de la marca para 2023?
En la Argentina tenemos muchas expectativas con respecto a la minería, ya que existen numerosos proyectos grandes que se están desarrollando en el país. Como ejemplo, el proyecto Josemaría, el más importante y el más avanzado hasta el momento (inicio de la producción estimado para 2025). Además, al nivel de minas operativas Veladero está ampliando su operación con una nueva fase. Sin embargo, con el optimismo de estos nuevos proyectos y ampliaciones, en el país existen desafíos como los derechos a la importación, la devaluación del peso y la inflación; además del contexto internacional que todos conocemos. Como consecuencia genera incertidumbre y retraso en los nuevos proyectos. Igualmente, a pesar de estos inconvenientes tenemos mucho optimismo que se logrará avanzar con dichos proyectos y que Argentina sea un país ineludible en el mundo minero. Haber estado recientemente en exposiciones internacionales, se siente este optimismo, y observamos que muchos prestadores de servicios mineros de la Argentina están buscando equipamiento.
¿Ustedes comercializan toda la línea en Argentina?
Liebherr-Argentina representa en el país 5 ramas de productos que son: minería, rama con la que ingresó el grupo Liebherr al país (2004) y continúa siendo la rama más significativa; grúas móviles y sobre orugas, grúas portuarias, motores para la industria energética (Vaca Muerta) y el segmento hormigonero. Sin embargo, no son los únicos productos Liebherr que se comercializan en el país ya que contamos con dos distribuidores, uno para los equipos de construcción (COSEMI) y otro para grúas torres (SAE).
Teniendo en cuenta esto. ¿Cómo está el país en materia de equipamiento?
Hubo un antes y un después de la pandemia. Observamos que Argentina demoró más en reactivar sus actividades como lo hicieron la mayoría de los otros países. Eso debido a una cuarentena más estricta y extensa. El rebote de actividad, por llegar más tarde, ha sido más fuerte y pasamos de casi 0 ventas en 2 años a un récord de ventas en 2022. Esa compensación, no nos brinda una visión real del mercado, pero estimamos que seguirá creciendo, hasta estabilizarle luego de las elecciones presidenciales esperadas para este año.
Son una empresa que pone mucha atención y trabajo en el uso de la tecnología…
Sí, somos reconocidos a nivel mundial por ser pioneros en materia de tecnología para maquinaria. En Argentina, contamos con la disponibilidad de la mayoría de estos avances tecnológicos. Nos entusiasma ver que los nuevos proyectos mineros exigen los avances tecnológicos que nosotros ya tenemos probados en distintas minas alrededor del mundo, como, por ejemplo, la mayor flota de camiones de 400 tn Trolleys del mundo en Panamá. Sin embargo, Argentina debe mejorar su infraestructura para poder acompañar el crecimiento tecnológico (mejora de la calidad del combustible y más líneas de alta tensión permitiendo el uso de maquinaria eléctrica).
¿Cómo ve la marca respecto de la competencia en el territorio argentino?
Si analizamos la posición de Liebherr en el mercado argentino, tenemos un producto que otorga una calidad óptima comprobada y un servicio a medida que hace que los clientes confíen en nosotros y nos elijan. Como ejemplo, la línea de mixer, que se introdujo en el país en los últimos años, tiene un crecimiento exponencial que nos demuestra que el costo del equipo no es solamente un número, sino una garantía de producción, es decir, que el cliente se enfoca en el costo de operación y no en el costo del equipo, eso hace que Liebherr tenga una calidad-precio mayor a la competencia que lleva al cliente a adquirir nuestros equipos. Por su parte, en el apartado de movimiento de suelos, estamos realizando un estudio de mercado que arroja que allí podemos ser más competitivos. Es un trabajo que realizamos en conjunto con nuestro distribuidor COSEMI.
Hay un tema fundamental para el correcto uso de los equipos, la capacitación.
Claro. Hoy en día, debo reconocer, que en la Argentina no tenemos problema en la capacitación de la gente. Existen muy buenos técnicos en el territorio. El problema inminente es que se ven muchos proyectos que van a requerir mucho personal y no estamos preparados. Hay calidad, pero hará falta cantidad. Repito, la educación en el país es realmente muy buena. También veo que hay muy poco interés para el sector, en cuanto a capacitación en áreas como construcción o minería debido a la falsa propagando anti minera, por ejemplo. Necesitamos el apoyo del Estado para revertir estos prejuicios e incentivar a los jóvenes a insertarse en el rubro minero. Donde podemos intervenir nosotros como Liebherr es en el desarrollo local transmitiendo nuestra experiencia y conocimientos. De hecho, la empresa se involucra en la provincia de San Juan trabajando codo a codo con una empresa metalúrgica en la reparación de componentes para la minería. Liebherr transmite su expertise mientras impulsa el crecimiento y la capacitación del taller local.
¿Cómo se explica a nivel internacional “la realidad argentina”?
Es difícil transmitir a empresas internacionales el funcionamiento de la economía argentina, ya que los conceptos pueden ser opuestos. Por ejemplo, el sentido de las inversiones en Europa no coincide con hacer stock de maquinaria mientras que, en Argentina, debido a la inflación, la brecha cambiaria y la devaluación, resulta más conveniente protegerse “dolarizando” su patrimonio adquiriendo productos que tienen un valor de mercado. De todas maneras, las empresas internacionales se rigen a través de organismos que les brinden mapas del mundo indicando el riesgo de cada país. Podemos utilizar la imagen del semáforo “verde: poco riesgo, se puede invertir / rojo: riesgo alto, no invertir”, en consecuencia, no entran tanto en el detalle que mencionamos más arriba.