De manera análoga a esta ley, la infraestructura necesaria para la transformación del déficit energéticono se creará de la nada, las obras requieren del desarrollo de la cadena de valor y consecuentemente de la concreción de los proyectos.
Intentaremos introducirnos en esos proyectos analizando sus características y transformar en oportunidades las siguientes publicaciones.
Pero es momento de contextualizar la situación; desde los cálculos de profesionales que se anticipaban, hasta la confirmación de los informes oficiales, se sabe que Argentina tuvo un déficit en su balanza energética de aproximadamente USD 6.600 millones durante el 2022, de acuerdo al reporte energético del Instituto de Energía de la Universidad Austral.
Es necesario aclarar que la matriz energética es más compleja que solo generación de energía, en ella se encuentran comprendidas las importaciones y exportaciones de gas, petróleo, gasoil, Gas Natural Licuado (GNL), combustibles, lubricantes y otros derivados.
Las características climáticas del país hacen que la estacionalidad sea otro factor determinante, esto genera distorsiones y ante la escasez, la respuesta rápida la da la importación de energía. El país importó 6309.6 GWh en el período enero/diciembre de 2022 según los informes preliminares de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (CAMMESA).
Ahora bien, ¿Cuáles son los proyectos que están en cartera que podrían transformar ese déficit?
Si hablamos de generación hidroeléctrica, se deberían concretar Aña Cuá con 2000 GWh/año, La Barrancosa (Jorge Cepernic) con 1780 Gwh/año, Cóndor Cliff (Néstor Carlos Kirchner) con 3167 GWh/año e incorporar los proyectos Portezuelo del viento y Chiuidos I en los siguientes años. En el caso de las Centrales Nucleares hablamos de aproximadamente 1200 GWh/añopara Atucha III.
La ejecución de este tipo de proyectos tiene un horizonte mayor a los 5 años hasta su puesta en marcha. La principal ventaja es que los proveedores y subcontratistas pueden lograr contratos por períodos relativamente largos.
Para estos casos los insumos y servicios de los cuales depende la operatividad de las centrales suelen ser importados, pero al ser los alcances del proyecto tan amplios permiten proveer una infinidad de productos o servicios relacionados con la construcción. Los movimientos de suelo son unas de las principales tareas que se desarrollan, generan demanda directa de máquinas y equipos, el transporte demateriales y las actividades de mantenimiento representan una oportunidad desde los pequeños talleres locales hasta los grandes agentes de repuestos. Otro ejemplo suele ser el hormigón, si bien las cantidades justifican que los contratistas piensen en autoabastecerse, la cadena productiva necesita de muchos más eslabones para poder mantener el ritmo de ejecución.
Las oportunidades se extienden además a las obras complementarias y en los períodos de mantenimiento posterior a la puesta en marcha.El mejor ejemplo suelen ser las rutas o redes eléctricas que acompañan a este tipo de proyectos, además dependiendo de la localización la presencia de otras empresas que brinden estos servicios suele ser nula.
En contraposición algunos proveedores están afectados por esa misma relocalización de sus operaciones y distanciamiento de las oficinas centrales, aumentando así la exposición a la dinámica financiera del proyecto.
Para el caso de los proyectos que generan electricidad a partir de energía térmica, existen 6 a finalizar y 13 en cartera, los cuales se caracterizan por tener menor alcance y tiempo de construcción, el más destacado es la Central Térmica Manuel Belgrano II (TMB2) que particularmente paso por tres procesos licitatorios.
Son proyectadas para construirse en menos de 5 años para su puesta en marcha, incluso llegando a unos pocos meses. Los proveedores y subcontratistas se involucran por períodos cortos, existiendo la posibilidad que las obras complementarias propias de cada central sean escasas o nulas ya que suelen aprovechar la infraestructura de otras centrales, es el caso de TMB2.
Nos encontramos ante empresas que verticalizan sus operaciones para la generación de energía eléctrica y operan varias centrales a la vez. Otro tipo de obra que pueden desarrollar, en paralelo a los nuevos proyectos térmicos, es el reemplazo de las maquinas más antiguas por las de ciclo combinado que genera mayor eficiencia en la generación.
Ahora bien, al sumar más centrales térmicas o cambiar la materia prima que consumen (carbón, gasoil, fueloil), es lógico que aumentenlas proyecciones del consumo de gas. Obras como el gasoducto presidente Néstor Carlos Kirchner son fundamentales para acompañar esa demanda ya que permiten ampliar la capacidad de transporte, su retraso hizo que el sistema recurra constantemente a la importación de GNL o de combustibles en parte para generar electricidad, continuando asícon la balanza energética deficitaria.
Los proyectos de energías renovables son el cuarto tipo de energía que podemos encontrar en cartera. Se clasifican de acuerdo con eltipo de tecnología que utilizan para generar electricidad, pueden ser eólicos, solares, bioenergías y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (menores a 50 MW). Se encuentran cercanos a los 900 GWh/año dependiendo de sus dimensiones y actualmente representan el 13.9% de la generación eléctrica del país, con el objetivo de alcanzar el 20% para el 2025 y 25% para el 2030.
Alcanzar estos objetivos requiere de ampliar significativamente la cartera de proyectos en un lapso muy corto ya que en la actualidad existen 25 obras eólicas y 27 fotovoltaicas a iniciar a lo largo del país. Existen oportunidades de ampliación en los existentes, pero utilizan la infraestructura previa, acotando las obras. Los alcances van desde el montaje, obras civiles, caminos, hasta líneas eléctricas y ampliaciones de estaciones transformadoras.
Los periodos de construcción son significativamente cortos, en promedio 18 meses y al igual que sucede en las térmicas, una misma empresa opera en varios parques, por lo que proveer un proyecto puede abrir camino al resto.
Complementariamente encontramos la generación por bioenergías con cerca de 50 proyectos a iniciar y los 9 aprovechamientos hidroeléctricos (menores a 50MW), además de tecnologías que aún están en estado de investigación y desarrollo en el país, como pueden ser el reactor CAREM 25, el hidrógeno o generación offshore (eólicos y mareomotriz). La curva de aprendizaje hace que los comitentes comiencen importando, pero el desarrollo temprano de la cadena de proveedores es un factor importante para volver competitiva a la tecnología a largo plazo.
Los costos de generación son intrínsecos de cada tecnología, pero hay una competencia que debería alcanzar toda la matriz y es que los proyectos lleguen a su puesta en marcha, cualquier escenario que se plante para generación, no va a transformar ese déficit sino logran incorporarse al servicio.
Todos los proyectos mencionados apuntan a la generación de energía, pero existen actividades complementarias que se encuentran en la órbita de la matriz energética que también analizaremos, las redes de transporte eléctrico, la producción de gas y petróleo, su transporte y refinación son algunos de los proyectos que necesitan del desarrollo de la cadena de valor para ser concretados y poder transformar el déficit energético del país.
IGNACIO JOSÉ PINTA (EL AUTOR ES TÉCNICO ESPECIALISTA DE LA UNIVERSIDAD AUSTRAL)