El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción habló con El Constructor, sobre la posición en que se encuentra la Cámara para enfrentar la situación actual. El objetivo es poner al frente una agenda transformadora a través de nuevas propuestas, más apertura y responsabilidad para no solamente resistir, sino también avanzar.
¿Cómo se vive desde CAMARCO la organización de la Convención Anual 2025?
Nuestra Convención Anual, el más importante evento del sector en el año, se está organizando con un gran esfuerzo y trabajo, que comenzó en septiembre y no cesa. En los días finales el ritmo es frenético, para ultimar detalles y para tratar de brindar a los socios e integrantes de la cadena de valor de la construcción una experiencia significativa. Por ese motivo, estamos seguros que será una jornada única para analizar los desafíos, explorar las tendencias y diseñar el futuro de nuestra industria.
El lema de esta edición es “Nuevas Oportunidades”, ¿cómo se realizó la elección de esta frase?
No es casual, porque en momentos de grandes transformaciones, lo importante no es solamente resistir, sino avanzar. En esta Argentina que busca reencontrarse con el rumbo del desarrollo, la Cámara Argentina de la Construcción quiere ser parte activa de esa búsqueda. Sabemos que las oportunidades no se esperan: se generan, se planifican, se construyen, se defienden. Y este sector, que ha demostrado a lo largo de la historia su capacidad de adaptarse e innovar hoy se propone liderar esa transformación. La construcción no es solo un sector económico, es una cultura. Es una forma de ver el país: desde abajo hacia arriba, desde el barro hasta los cimientos, y desde el esfuerzo hasta el progreso. Y eso es profundamente esperanzador.
Hace alrededor de 70 años que CAMARCO realiza esta Convención. ¿Qué balance puede realizar respecto a todos esos años y cuáles fueron los principales cambios y avances?
Creo que ya hemos superado en realidad las 70 ediciones, y el balance ha sido siempre muy positivo. La Convención se ha convertido, con los sucesivos eventos, en el ámbito principal de encuentro del sector, de camaradería entre sus actores y de fortalecimiento para cada uno de ellos y sus empresas. Sin embargo, los cambios operativos han sido enormes. La tecnología nos permitió palear los efectos de la pandemia y también modificó sustancialmente, esquemas de organización, que permiten ahora una visita más inmersiva y abierta a quienes no pueden concurrir personalmente con registros que permanecen en nuestra web para siempre. Lamentablemente debo reconocer que, en cambio, las temáticas respecto a los problemas que afectan al sector y al país, se repiten periódicamente, esto evidencia un ciclo que no ha resultado en crecimiento, ni mayor bienestar.
¿Cuáles son los principales objetivos de la Convención?
Nuestros objetivos son alcanzar un diagnóstico honesto de una industria que sentimos golpeada, pero de pie; analizar el nuevo rol del Estado y del sector privado y realizar un llamado a la acción constructiva. Justamente para estos objetivos, hemos diseñado un programa amplio para receptar la visión de importantes actores de actividades, que inciden en el actual escenario.
Comenzaremos con “Prosperidad y crecimiento económico para la igualdad de oportunidades” presentado por el economista Marcos Buscaglia con Claudio Zuchovicki como moderador.
Luego, atenderemos a la descripción del “Escenario internacional, situación actual y perspectivas” con las visiones de destacados analistas como Sergio Berensztein, Diego Guelar y Carlos Pérez LLana, moderados por Diego Sehinkman.
Más centrados en el país, escucharemos también la visión sobre “Infraestructura económica y social hacia un nuevo escenario” de Martín Redrado, con la moderación de Claudio Zuchovicki.
Una vez finalizado el acto de apertura, con participación de Rubén Pronotti Secretario de Organización y Asuntos Gremiales General de la UOCRA y la de Jorge Macri (a confirmar) Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, continuaremos presentando propuestas sobre la “Inversión privada escenarios posibles” con la participación de Gustavo LLambías socio de Real Estate Developers RED, Damián Manusovich socio y cofundador de MAJA, MMCV y ROOT y Ricardo Griot vicepresidente 5° de nuestra Cámara, actuando como moderador Diego Sehinkman.
Para conocer las posibilidades de inversión privada en infraestructura, analizaremos una potente herramienta de estímulo, “El régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), evolución de una herramienta” con exposiciones de Roberto Cacciola Presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras CAEM, y Gustavo Gallino Vicepresidente de Infraestructura de YPF S.A., con la moderación de Julio César Crivelli ex Presidente de nuestra Cámara.
Luego, avanzaremos con “Financiamiento de infraestructura un nuevo escenario que emerge”, conociendo y comparando experiencias, y analizando las expectativas para su aplicación en el país. Las mismas serán expuestas por Eduardo Engel Profesor Titular de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Carlos Felipe Jaramillo (a confirmar) Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, (a confirmar) y Nicolás Pino Presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura de Argentina CPI y Presidente de la Sociedad Rural Argentina SRA, con la moderación de Iván Szczech Presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la construcción FIIC.
Más tarde, presentaremos a Cayetana Álvarez de Toledo Periodista, Historiadora y Política española, refiriéndose a “Nuevas oportunidades para el desarrollo de nuestras comunidades”; y finalmente al cierre presentaré el tradicional discurso del acto de clausura.
¿Cuáles son las últimas tendencias y novedades en construcción que se presentarán en esta edición?
Como ya reseñamos en las exposiciones del auditorio, se expondrán tendencias sobre el financiamiento privado de la infraestructura, se analizará el impacto de la situación geopolítica sobre el sector y se presentarán nuevas oportunidades para el desarrollo de las comunidades. Además, la Convención ofrece, como desde hace varios años, espacios donde empresas, proveedores e instituciones presentan sus propuestas, avances e innovaciones.
¿Qué retos se ha propuesto cumplir CAMARCO para este año?
Nuestro desafío para el 2025 es liderar, no lamentarnos. La Cámara Argentina de la Construcción quiere ser protagonista de esta nueva etapa. Con propuestas, con apertura y con responsabilidad. Nos negamos a resignarnos. Nos negamos a acostumbrarnos a la parálisis. Cada día que pasa sin invertir, se deteriora el capital de infraestructura del país. No podemos olvidar o postergar el mantenimiento, ya que recuperar el daño que se acumule por no mantener, terminará siendo mucho más costoso; y la comunidad tendrá peores servicios y podrá sufrir accidentes o perjuicios severos. Queremos ponernos al frente de una agenda transformadora. Creemos en el trabajo argentino, en la inversión con impacto y en la infraestructura como motor del desarrollo humano. No queremos esperar el país que venga. Queremos construirlo.
¿Cuáles son las dificultades más relevantes que tiene que afrontar la industria de la construcción en la actualidad?
La situación actual es grave. Más del 80% de las obras públicas nacionales han sido suspendidas y se han perdido decenas de miles de puestos de trabajo. Las empresas enfrentan deudas, parálisis, falta de pago e incertidumbre jurídica. Sus equipos técnicos deben desarmarse, su capital en equipos se deteriora; y al mismo tiempo, la inversión privada en infraestructura, aún no logra cubrir ese vacío. Por otra parte, la apuesta a emprendimientos inmobiliarios se ve afectada por el incremento del costo de construcción cuando se expresa en dólares, como es habitual en ese mercado. Esto puede afectar el cumplimiento de contratos de “obras desde el pozo”, y se torna difícil la competencia con unidades usadas. De todas maneras, nuestra industria es resiliente. Sufre agravadas las recesiones, pero se recupera rápido y fuerte, cuando el país vuelve a crecer.
¿En qué situación se encuentra la construcción residencial en la Argentina?
La construcción residencial se ve afectada actualmente por los costos de la construcción, elevados y expresados en dólares, escasa capacidad adquisitiva de la demanda potencial, por ingresos insuficientes también expresados en la moneda estadounidense, y por competencia de unidades usadas. En estos casos, es necesario continuar con la implementación de créditos hipotecarios. Para que este mercado crezca, será imprescindible implementar rápidamente la securitización de las hipotecas y la generación de un mercado para esos activos, por la ya referida limitación del sector bancario para prestar a largo plazo. Es importante destacar que, para este sector, es positivo el instituto de la Hipoteca Divisible, recientemente presentado, pero debe ser reglamentado a la brevedad.
¿Hubo mejoras en el sector con respecto a la paralización de la obra pública?
No vemos novedades significativas respecto a las construcciones pagadas por el Tesoro Nacional. En cambio, estamos viendo algunas señales, como provincias que reactivan con recursos propios y municipios que apuestan a la infraestructura básica. También, sectores privados como la minería, la energía y la agroindustria, que comienzan a demandar obras.
¿Cómo proyectan el futuro de la industria de la construcción desde una mirada social, no solamente económica?
Esta actividad económica tiene el mismo futuro que el país, crecerá junto con él e incluso antes, en forma inclusiva, recuperando infraestructuras, generando viviendas, ciudades y nuevos activos que amplíen la capacidad productiva del país. Con todo esto, se mejorará la competitividad, se prevendrán o morigerarán los efectos de eventos climáticos extremos y se mejorará la calidad de vida de la Comunidad. La construcción lo hará como siempre, creando actividad en más de 150 sectores de su cadena de valor, generando empleo formal con la obra, así como creando recaudación fiscal por la actividad incrementada, durante la obra y durante toda la vida útil de la misma.
El libro que han presentado: “Construir 2034” propone un plan estratégico para las necesidades de infraestructura que requiere el país para crecer. ¿Cuáles son las bases más viables de este plan en la actualidad?
Esta obra resume los consensos alcanzados en el Consejo de Políticas de Infraestructura CPI, con la participación de más de 150 especialistas de más de 50 instituciones profesionales, académicas, gremiales; además de los miembros fundadores y las entidades gremiales empresarias que forma el G6 más CGT y UOCRA. Sus bases permanecen inalteradas y además fortificadas. Las mismas, son el consenso entre los usuarios de los servicios y la elaboración de propuestas técnicamente fundadas, que trasciendan los intereses o tiempos de un ciclo político.
¿Qué sectores de la economía argentina pueden impulsar hoy en día al desarrollo de la construcción y de qué manera?
Sin duda el primer impulso hacia un renovado crecimiento del país estará vinculado a segmentos de alto potencial exportador como Oil & Gas, Minería, sector Agroindustrial, Industria del Conocimiento y Energía y Tecnologías de la Información y Comunicación, con un impacto grande, derivado de la aplicación de la Inteligencia Artificial a todas las actividades.
¿Qué escenario visualizan sobre la inversión privada para construcciones públicas?
Esta forma de apostar al país debe ser un factor en el desarrollo de las obras; y es un factor muy importante. Pero la experiencia comparada con países que la aplican desde hace décadas muestra que su efecto está limitado a algunos sectores como, por ejemplo: Energía, Puertos, Aeropuertos y algunas vialidades. Además, para concretarse se deben alcanzar ciertos parámetros macroeconómicos e institucionales, favorables y permanentes. Creemos que, como ocurre en el mundo, su incidencia no puede exceder del 15 al 20 por ciento de lo necesario para crecer.
¿Cómo está funcionando actualmente el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones RIGI en la industria de la construcción?
Tenemos esperanza en que esta herramienta posibilite inversiones significativas cuya concreción en el terreno demandará de servicios de nuestro segmento. Por el momento, se conocen varios proyectos presentados y unos pocos aprobados, sin efecto todavía sobre nuestra actividad. Esperamos que esos emprendimientos y otros nuevos se concreten rápidamente.
¿Cuáles son las perspectivas con respecto a inversores extranjeros y/o relacionales internacionales?
Conocemos el interés de inversores extranjeros, en particular en esos sectores ya señalados, y hemos visto información sobre la visita al país de algunos de ellos. También tenemos una relación positiva con los Organismos Multilaterales de Crédito, que están apoyando al país en forma explícita. Pero en ambos casos, los aportes concretos demorarán, quizás, no menos de un año.
¿Qué análisis se realiza del mercado de inversión en la construcción?
No está desarrollado. El sector bancario solo otorga algo de financiamiento de corto plazo a contratistas, contra certificados de obra. No existe un mercado de financiación para proyectos de inversión en infraestructura debido a los montos significativos en juego y los plazos requeridos. Los bancos se ven limitados en este aspecto por descalces de plazos y monedas entre depósitos y préstamos. Tampoco existe un gran desarrollo en el Mercado de Capitales, pero estamos estudiando herramientas que podrían aportar a su desarrollo, pues existiría una potencial oferta.
¿Cuáles son las acciones prioritarias que el país debe impulsar para mejorar la situación actual?
Creemos que se debe continuar con el combate a la inflación para recuperar la moneda. Sin moneda no hay credibilidad ni crédito. Sin ambos, no habría inversiones externas, ni internas. La exportación de los sectores que tengan la capacidad para hacerlo, debe ser incentivada. Pero la actividad productiva, imprescindible para crecer, no puede sostenerse sin inversión en infraestructura dedicada. Argentina no tendrá un desarrollo continuado sin mantener la infraestructura que tenemos y sin construir las nuevas. Son necesarias para ese crecimiento, para la competitividad, la integración del país y la calidad de vida de la comunidad.
