Los tres proyectos de prospección y exploración El Burrero, Las Choicas y La Adriana, ya cuentan con el aval del Senado y Diputados y se llevarán adelante con estricto cumplimiento de la normativa vigente y en especial, dentro del marco de la Ley 7722. Los proyectos fueron analizados por profesionales de la Universidad Nacional de Cuyo, el Departamento General de Irrigación y las comisiones de Ambiente, Hidrocarburos y Legislación de la Legislatura provincial, que invitaron a exponer a expertos en minería y ambiente.
Los estudios ambientales y sociales para los proyectos, localizados en el departamento de Malargüe, arrojaron resultados positivos, concluyendo que no se afectará a glaciares, pobladores, puesteros, cauces o cuerpos cavernosos. Además, se trabajará bajo estrictos protocolos y planes de manejos ambientales, con especial cuidado en la flora y la fauna y el subsuelo.
La ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre destacó que “los estudios fueron realizados por profesionales altamente capacitados, y analizados por un equipo de expertos cuyos dictámenes se basan en métodos científicos con estándares de nivel internacional”, y agregó que “la exploración y aprovechamiento de nuestros recursos minerales se erige como un imperativo fundamental para hacer frente a la creciente demanda global de cobre en la transición hacia las energías renovables, y además, representan una enorme oportunidad de crecimiento económico para la provincia de Mendoza”.
Los proyectos en detalle
Los tres proyectos serán llevados adelante por la empresa Geometales SA. El Burrero planifica una perforación de 23 pozos exploratorios, cuya profundidad varía entre los 400 y 750 metros, con el objeto de determinar el potencial geológico del yacimiento. En Las Choicas se perforarán 17 pozos, mientras que en La Adriana se hará un trabajo de prospección.
Las Choicas se encuentra ubicado a 135 km al NO de la ciudad de Malargüe y la superficie a utilizar para las tareas de exploración y el campamento suman unas 350 hectáreas, dentro de unas 8.853 hectáreas de concesión. El proyecto El Burrero explorará 650 hectáreas y en La Adriana se realizará una prospección, es decir, exploración del subsuelo.
En todos los casos se utilizará la perforación diamantina. Esta modalidad tiene objetivos definidos previamente por relevamientos geoquímicos, geofísicos e hiperespectrales previos y ya se aplicó con éxito en Hierro Indio, donde se perforaron 2.480 metros sin incidentes.
Las inversiones estimadas para realizar estos trabajos alcanzan los US$ 20 millones y como ocurre en la mayoría de los proyectos, se realizarán en varias campañas que involucrarán a pymes y mano de obra mendocina. Estos yacimientos de cobre se suman a las tareas que ya se vienen realizando en Hierro Indio y Cerro Amarillo, que se encuentran en etapa de exploración.
El inicio de la exploración y prospección de estos proyectos será crucial para la generación de nuevos empleos, no solo de forma directa, sino también en sectores como la metalmecánica, construcción, industria del conocimiento, comunicaciones, gastronomía, hotelería y diversos servicios asociados.
Mendoza cuenta con la infraestructura necesaria y proveedores de bienes y servicios para impulsar un desarrollo acelerado, no solo en la comunidad que alberga el proyecto, sino en toda la región.
Por qué el cobre es clave para Mendoza
El cobre es uno de los minerales con mayor demanda y mayor proyección a futuro en el mundo por sus múltiples aplicaciones en la construcción, las telecomunicaciones, la electrónica y el transporte. De hecho, es el mineral clave para la transición hacía las energías limpias.
Estos tres proyectos de exploración aprobados, se suman al Proyecto de explotación Cerro Amarillo, cuya Declaración de Impacto Ambiental fue aprobada en marzo del 2023.
De acuerdo con un informe de la consultora Wood Mackenzie, se proyecta que la demanda de cobre experimentará un aumento significativo, multiplicándose por cinco en los próximos años. Este incremento se atribuye a diversos factores, entre ellos, la fabricación en expansión de vehículos eléctricos, la transición del sector productivo hacia las alternativas renovables o de bajas emisiones de CO2, el almacenamiento energético y el aumento de la instalación de redes eléctricas, entre otros.
Argentina lleva cinco años sin producir cobre y hoy, según proyecciones internacionales, se posiciona como uno de los países con mayor potencial. Esta perspectiva positiva se fundamenta en la circunstancia de compartir la misma formación cordillerana con quien hoy es el primer productor mundial de Cobre, es decir, con nuestros país vecino, Chile.