En 2024, el mercado inmobiliario de la región Buenos Aires (CABA + provincia de Buenos Aires) registró el tercer nivel de actividad más elevado de los últimos trece años, ubicándose apenas 3,7% por debajo del registro correspondiente a 2018. La mejora de las expectativas de la población y el resurgimiento del crédito hipotecario, fueron los factores que más contribuyeron a consolidar la recuperación de un eslabón central para el ordenamiento de la cadena de valor de la construcción. Asimismo, el total de los despachos de los trece principales grupos de insumos utilizados en las diferentes tipologías de obra que conforman la inversión en construcción, en diciembre exhibió una nueva mejora con relación al mes previo, corregida por estacionalidad. De esta forma, desde el piso alcanzado en marzo pasado, acumuló una recuperación de 21,5%. Por supuesto, al comparar las entregas de 2024 con las del año previo, todavía resultaron 27,4% inferiores, lo cual se explicó por el cambio de las condiciones macroeconómicas, la menor demanda pública y la menor demanda privada. Entre ambos extremos, es decir, el eslabón inmobiliario y la distribución comercial de insumos, y con datos a noviembre, la serie de puestos de trabajos formales en la construcción mostró una leve corrección a la baja, pero mantuvo el total ocupado 3,2% por encima del piso alcanzado en junio de 2024. En tanto, la superficie autorizada para construir obras privadas, que es un indicador adelantado de actividad, acumuló una caída de 12,7% interanual en los primeros once meses del año que acaba de finalizar.
En la ciudad de Buenos Aires (CABA) se firmaron 54.770 escrituras traslativas de dominio en 2024. En comparación con 2023 la actividad verificó una reactivación de 35,1%. En tanto, en la provincia de Buenos Aires se registraron 114.018 escrituras durante el último año. Esto representó una recuperación de 19,3% interanual. Pero, más importante aún, y como se destacó más arriba, la actividad inmobiliaria de la región como un todo resultó apenas 3,7% menor a la registrada en 2018. Para tener una idea de magnitud, las escrituras firmadas en 2024 ocuparon el tercer lugar del podio, entre los últimos trece años. Y en lo que respecta al resurgimiento del financiamiento hipotecario, en 2024 en CABA 9,1% del total de las escrituras fue acompañada por una hipoteca, marcando el mejor registro de los últimos cinco años. En el caso de la provincia, 6,2% se firmó con hipotecas en 2024.
En diciembre de 2024, el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) mostró una nueva suba, marcando un 3,1% mensual desestacionalizada, con lo cual acumuló una suba de 21,5% con respecto al piso que alcanzó la serie en marzo del año pasado.
La apertura del ISAC por grupos de insumos dejó entrever que, en diciembre, fueron once los que registraron mayores niveles de entregas con relación al mes previo, siempre tomando las series corregidas por estacionalidad. Hubo dos saltos muy importantes, probablemente explicados por cuestiones comerciales, en artículos sanitarios de cerámica y mosaicos graníticos y calcáreos (+43,1% y +31,9%). Cabe señalar que en ambos casos, los envíos al mercado venían mostrando una dinámica muy inferior al resto. Luego se ubicaron los despachos de hormigón elaborado, asfalto y del agregado ‘‘vidrio plano para construcción, tubos sin costura y grifería”, con subas entre 14,3% y 6,3% mensual. Por su parte, las entregas de pisos y revestimientos cerámicos, yeso, placas de yeso, cales, cemento Portland y pinturas para construcción registraron alzas de 3,5% a 1,3% mensual. Solo se observaron caídas en las entregas de hierro redondo y acero para construcción y ladrillos huecos (-3,2% y -6,2% mensual).
Por supuesto, al comparar las entregas de 2024 con las del año previo, todavía resultaron 27,4% inferiores, lo cual se explicó por el cambio de las condiciones macroeconómicas, que pasaron de forzar la compra de mercaderías para resguardar el capital de trabajo, a favorecer las tenencias de efectivo, a lo cual se agregaron la menor demanda pública, por ajuste del gasto nacional, y la menor demanda privada, por la caída del ingreso y el deterioro de la relación costo de construcción vs. precio del metro cuadrado construido, medido en dólares ‘libres’.
Entre 2023 y 2024, se observaron caídas en los despachos de los trece grupos de insumos. Las pinturas fueron las menos afectadas, con una baja de sólo 5,2% anual. En el otro extremo, mosaicos graníticos y calcáreos, asfalto, hierro redondo y acero para construcción y artículos sanitarios de cerámica, mostraron las mayores contracciones, en torno a 40% anual, El cambio en la formación de existencias y la contracción de las obras públicas serían los factores más relevantes para explicar estas bajas. Ahora bien, en el caso del cemento Portland, un termómetro de la actividad sectorial porque se trata de un insumo perecedero, la baja interanual fue de 24,0%.
En lo que respecta al empleo formal en la construcción, en noviembre de 2024, según el IERIC se contabilizaron 355,3 mil puestos de trabajo, es decir 1,1% menos que en octubre, pero este nivel de ocupación resultó 3,2% mayor al piso que se registró en junio pasado.
Al mirar hacia adelante, la superficie autorizada para construir obras privadas, que actúa como indicador adelantado de actividad, registró un descenso en noviembre, de 20,8% mensual y 30,7% anual, totalizando 992,67 mil metros cuadrados. No obstante esta significativa baja, cuando se consideran los primeros once meses de 2024, el total autorizado fue equivalente a 11,065 millones de metros cuadrados, lo que implicó que el total autorizado fue 12,7% inferior al registrado en los primeros once meses de 2023.
En síntesis, en 2024 asistimos a una importante reactivación del mercado inmobiliario. En el caso particular del correspondiente a la región Buenos Aires, se registró el tercer nivel de actividad más elevado de los últimos trece años. Por su parte, el total de los despachos de los trece principales grupos de insumos que integran el ISAC, acumularon una importante recuperación entre el piso alcanzado en marzo de 2024 y diciembre del mismo año. Por supuesto, al comparar las entregas de 2024 con las del año previo, todavía resultaron 27,4% inferiores, lo cual se explicó por el cambio de las condiciones macroeconómicas, la menor demanda pública y la menor demanda privada.
Por otro lado, la serie de puestos de trabajos formales en la construcción mostró una leve corrección a la baja en noviembre, pero mantuvo el total ocupado 3,2% por encima del piso alcanzado en junio de 2024. En tanto, la superficie autorizada para construir obras privadas, que es un indicador adelantado de actividad, acumuló una caída de 12,7% interanual en los primeros once meses del año que acaba de finalizar.
Por Pablo Lara
