Una de las más importantes es la construcción del Túnel de Zonda, que conectará los departamentos de Rivadavia y Zonda sin atravesar la Quebrada, lo que acortará los tiempos de traslado y proveerá servicios de gas natural, Internet y electricidad para los habitantes de la zona.
La obra se encuentra en el marco de las inversiones que hará la provincia en 2022. En ese sentido, el subsecretario de Coordinación de Proyectos y Licitaciones y coordinador del Proyecto Túnel de Zonda, Andrés Zini, afirma que “la obra pública es un pilar del programa de Gobierno provincial y funciona muy bien”. Y no solo eso: a la situación actual de San Juan la califica como “Muy positiva”. Y eso se nota, por ejemplo, en que “hay muchas empresas de otros lugares del país que tienen el interés puesto en nuestra provincia, ya que aquí tienen la posibilidad de desarrollar distintas obras”
El funcionario cree que la actividad que hay es mucha. Según él, un dato alentador es que se trata de “la provincia que más soluciones habitacionales está construyendo, en energía renovables es la que tiene mayor cantidad de kilovatios conectados a la red nacional y esto son solo algunos ejemplos de lo importante que es para nosotros la obra pública”.
¿Qué sucedió con el sector de la construcción durante la pandemia?
Nos afectó como a todos, pero podemos decir, con orgullo, que paramos solo una semana porque la obra pública fue declarada esencial. Se siguió trabajando y pagando. Cualquier empresa puede corroborar esta situación, ya que estamos abonando dentro de los 30 días.
¿En qué estado de avance se encuentra la obra de la ruta nacional 40 Sur -segunda sección?
Ya se hizo el llamado a licitación y, aunque debería estar licitada, las propias empresas pidieron una prórroga. Tuvimos varias consultas y la decidimos postergar hasta junio de 2022. Si bien corresponde a Vialidad Nacional, el subejecutor es Vialidad Provincial; y eso supone una serie de trámites. Pero viene muy bien, hay muchas empresas que hicieron consultas y estamos en ese proceso de responder.
¿En qué consiste la obra del Túnel de Zonda y que beneficios traerá para los sanjuaninos?
Es muy importante porque está enclavada muy cerca de la ciudad, a tan solo 12 kilómetros. En la zona de Zonda hay cuatro diques, el de Punta Negra, el Ullum, el dique Caracoles y, ahora, se está construyendo El Tambolar, que son cuatro espejos de agua importantes y una zona turística muy atractiva. Hay un sector, la Quebrada de Zonda, donde está el famoso autódromo, que resulta ser turística y absorbe todo el flujo vehicular, que es muy importante. Se trata de un camino muy angosto, con muchas curvas, sin banquinas, que se hizo hace 100 años, donde la zona no contaba con el crecimiento que tiene en la actualidad. En ese lugar existen varias casas de campo y es un punto de referencia turístico de la provincia. Y allí se ha comenzado a hacer un megaplan para explotar todas sus bellezas. El proyecto es de una empresa de Barcelona (España). Ese plan es incompatible con la circulación de automóviles que hay en la zona y la gran cantidad de vehículos están produciendo muchos problemas.
¿Cuál es el objetivo?
Lo que pretendemos, entonces, es puentear ese camino por la Quebrada de Zonda, atravesar la sierra y hacer un bypass para evitar que pasen los vehículos por el medio de la quebrada. A los turistas y habitantes les solucionará muchos problemas esta obra, sobre todo, porque los fines de semana mucha gente se traslada a la zona de los diques y con la obra se disminuiría el flujo vehicular.
Además, ¿será puntapié para desarrollar otras obras?
El túnel tiene otro valor agregado: que de uno de esos diques mencionados está tomando agua para hacer el Acueducto del Gran Tulum, una obra de infraestructura de agua para los próximos 50 años destinada a la población de San Juan. Está allí la planta potabilizadora y, luego, la distribución con las tuberías maestras. Ese proyecto, originalmente, iba a dar toda la vuelta por el camino de la quebrada y eso tenía muchos problemas. El primero, que es un caño de 1600 milímetros de acero inoxidable y muy costoso, que debía recorrer muchos metros; pero, además, no había banquinas allí por donde poder extenderlo, se tenía que interrumpir el tráfico por bastante tiempo, se iban a eliminar varios árboles en ese trayecto y era un daño ecológico irreparable. Entonces, tuvimos la idea de mandar por Túnel de Zonda también el acueducto. Así nos ahorraremos siete kilómetros y, también, una cantidad de dinero muy importante. Ya está la obra antes y después del túnel, ahora nos falta hacerla por dentro y conectar
¿Hay otras obras que van añadidas a la construcción del túnel?
Sí, la de un gasoducto que alimenta las zonas de Zonda y Ullum. Y esa obra iba a tener que dar toda una vuelta con traza mucho más larga y con todo el problema de soterrarlo, lo que se facilita porque ahora proyectamos que pase por el interior del túnel. Agregamos la conexión de fibra óptica y una línea de media tensión. Así que la obra del Túnel de Zonda nos representa un cambio muy importante en toda la parte de servicios. Presentamos todos estos proyectos al Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional, que es intermediario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y ellos decidieron financiarlos. Es una obra de, aproximadamente, USD 50 millones.
¿Y cuántos puestos de trabajo podrían generar?
No quiero causar falsas expectativas con este tema, pero en la obra del Túnel de Zonda van a trabajar alrededor de 180 personas de manera indirecta, lo que es un número considerable.
Teniendo en cuenta las características del terreno, ¿puede afirmarse que es una obra de cierta complicación?
No es complicada, pero es el túnel de montaña más largo que va a tener la Argentina y que tiene más de un kilómetro de largo. Estará ubicado en la zona de montaña de la Sierra de Marquesado, que es la que atraviesa, y vinculará dos departamentos, el de Rivadavia y el de Zonda. La geología de este último es algo complicada, pero, del otro lado, es una roca muy competente, así que pensamos que vamos a andar bien. La obra será atacada desde dos frentes y creemos que, en el plazo establecido (24 meses), la deberíamos haber terminado. El proyecto incluye, asimismo, los caminos de acceso, en los empalmes con las distintas rutas. Del lado Este, de Rivadavia, con la Av. Libertador San Martín, que es la ruta 14, y a la salida del otro lado está el empalme con la ruta 38, que es el camino del Perilago. En total, se trata de unos cuatro kilómetros y medio de caminos de acceso que, también, forman parte de la obra.
La obra del túnel Agua Negra que está frenada, ¿en adelante podrá realizarse al asumir un nuevo presidente en Chile?
Antes de que asumiera Sebastián Piñera como presidente, en el gobierno anterior de Michelle Bachelet, veníamos muy bien con la obra. Se había hecho la precalificación de empresas y formado diez consorcios que se presentaron, entre los que se encontraban dos que eran los de mayor facturación anual a nivel mundial. En ese tiempo, se llevó a cabo la evaluación y obtuvimos el informe aprobado por el BID, quien era el que aportaba los USD 1500 millones que costaba el proyecto. De allí pasamos al informe de no objeción y, cuando se iba a comunicar a las empresas para el paso siguiente, que era la presentación de ofertas técnicas y económicas, asumió el gobierno de Piñera y dijo que había que revisar todo y paró la obra.
¿Y qué sucedió al final?
No se revisó nada, lo alargaron por unos meses hasta que dijeron que tenían que contratar un equipo de túneles; y allí acotaron que la obra valía el triple, sin haber presentado un solo argumento que se contrapusiera a los quince años de estudio que había tenido el proyecto y la participación de prestigiosas consultoras de Austria, Brasil y Suiza. Nunca Chile presentó documentación alguna que justificara parar la obra, a pesar de que nosotros llevamos a Santiago a expertos internacionales para que les dijeran qué era lo que no les cerraba del proyecto de Túnel de Agua Negra, y no quisieron discutir el tema. Finalmente, tras la negativa chilena, pasaron cuatro años en los que no se pudo hacer nada. Pero también ocurrió lo mismo en otros lugares limítrofes, como Las Leñas, en Mendoza, o en la parte del Cristo Redentor, donde tampoco se avanzó del lado chileno. Así concluimos que el expresidente Piñera no tenía intención de vincularse con Argentina.
¿Y con el nuevo gobierno hubo comunicación para avanzar en el proyecto?
El actual presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo que su intención es reactivar los pasos internacionales, no solo el de Agua Negra, también los de otras provincias, como el de Catamarca y algunos del sur argentino. Igual, por la experiencia que ya tuvimos, somos bastante cautos; pero, al menos, el diálogo se reabrió, lo cual ya es un gran paso. Ahora tendrán que venir las reuniones técnicas. Los procesos licitatorios anteriores quedaron sin efecto porque transcurrieron cuatro años y los estados contables ya no son los mismos, y los consorcios que se habían armado ya no funcionan porque hubo empresas que quebraron. Acá hay que empezar de nuevo. A esto, se sumó que Chile renunció al crédito que les daba el BID y, ahora, tendrán que decir de dónde van a conseguir el crédito. Hay mucho por remar. Otra cuestión, tanto para nosotros como para los otros pasos fronterizos, es que Chile ha cambiado su legislación en materia ambiental y hoy es mucho más exigente, lo que no es un tema menor para los acuerdos binacionales, pero al menos hay diálogo.