Vialidad Nacional ha seleccionado dos grandes obras como las mejores de 2023: la transformación en autopista de 45 kilómetros de traza de la RN 34, Santa Fe, y la autovía RN 18 de 228 kilómetros, Entre Ríos. Entre ambas, la inversión supera los $70.000 millones.
Como es tradición, para la celebración del Día del Camino la comunidad vial hace un balance sobre los proyectos, las obras en construcción y las concluidas durante el año en curso. En esta oportunidad, Vialidad Nacional destacó la transformación de dos importantes corredores: la autopista de la ruta nacional 34 en Santa Fe (que incluye una variante en Rafaela) y la autovía RN 18 en su recorrido por la provincia de Entre Ríos. Ambas obras se habían iniciado durante la década anterior y atravesaron años de parálisis. En la actualidad, prácticamente todos sus tramos están habilitados o en etapa de finalización.
AU RN 34 EN SANTA FE
Esta obra consiste en la duplicación de las calzadas de la ruta 34 entre el cruce con RN 19 (a la altura del kilómetro 189) y el norte de la ciudad de Rafaela. También incluye la construcción de una variante en esa localidad que comprende la ejecución de dos calzadas nuevas en una extensión de 17 kilómetros. En función de ello, la longitud total de la doble vía alcanza a ser de 45 kilómetros.
Consultados por El Constructor, desde Vialidad Nacional destacaron que la realización de esta nueva autopista “facilita el movimiento y la conectividad con mejor seguridad vial, menor tiempo de viaje y con la separación del flujo vehicular pasante del que es urbano. Además, fortalece el desarrollo de las economías regionales y productivas, especialmente en la ciudad de Rafaela y su polo industrial metalmecánico, de agroalimentos y de servicios, entre otros”.
Entre 2020 y 2023 se ejecutó el 75% del contrato y se habilitó la mayor parte de los sectores –cerca de 40 kilómetros– de su trazado: habilitaron entre km 189 y 195 en abril de 2020, la Variante Rafaela (km 217-234), concluida en agosto de 2023, entre otras. Hasta mayo de 2023 (fecha de la última redeterminación de precios) la inversión total ascendía a casi $26.472 millones, financiada con fondos del Tesoro Nacional. La constructora a cargo de los trabajos es Carreteras Centrales de Argentina.
La ruta nacional 34 posee un tránsito que combina todo tipo de vehículos. Existe flujo regional, provincial y nacional junto con el internacional, al conectar Rosario con Bolivia. El componente del transporte de carga de escala se entremezcla con el movimiento del transporte regional vinculado al sector agropecuario (especialmente el de la lechería). Asimismo, el polo industrial de Rafaela genera un movimiento adicional de todo tipo de tránsito. Por todo esto, concretar su duplicación de capacidad resultaba trascendental.
La antigua calzada (de un sentido de circulación por carril) provocaba numerosos siniestros, en especial “por errores de cálculo en las maniobras de sobrepaso”. Asimismo, la diversidad de vehículos hacía que “las condiciones de una ruta convencional no cumpliesen con los niveles de seguridad”, cuentan en Vialidad.
La doble calzada, con dos carriles de circulación por mano y el cantero central, “redujo drásticamente los siniestros, sin colisiones frontales registradas a partir de su habilitación”, explicaron.
Por otra parte, la Variante Rafaela “quitó todo el tránsito pasante de la trama urbana, que tenía las complicaciones propias de una ciudad edificada y diversificada” con actividades a ambos lados de la RN 34. Esta ya había sido mejorada en obras anteriores de Vialidad Nacional (con doble calzada, colectoras y semaforización).
Sobre el marco de desarrollo de esta obra, Gustavo Arrieta, administrador general de Vialidad Nacional, resumió: “La habilitación de la nueva Variante Rafaela se dio en el marco de pensar un país con una obra pública fuerte, analizada desde una mirada federal”.
En el tramo comprendido desde el cruce con la ruta nacional 19 hasta el inicio de la Variante (en el sur de Rafaela) se realizó la construcción de una segunda calzada de 7,30 m de ancho, paralela a la existente y con banquinas pavimentadas.
El proyecto original contemplaba un cantero central de 10,45 m entre bordes de calzada. Esta separación se fijó considerando la posibilidad de construir a futuro un tercer carril interno en cada calzada con separación física central. Dentro de la adecuación que se hizo del proyecto a autopista, se incluyó el ensanche de la calzada actual de 7 a 7,30 m, quedando un cantero de 10,15 m, ancho que “aún posibilita la construcción de los futuros terceros carriles”.
El perfil de la nueva calzada incluye banquinas externas e internas de 3 m, pavimentadas en 2,5 m y 0,5 m respectivamente. En tanto, sobre la mano existente, se hizo la pavimentación de banquinas en igual ancho, además del ensanche y la repavimentación de la calzada principal.
Por otra parte, se construyeron intersecciones a distinto nivel que permiten realizar movimientos de retorno y distribuidores tanto en el inicio como en el final de la Variante Rafaela (cruces con la ruta provincial 70, con el camino de acceso al autódromo de la ciudad de Rafaela y dos retornos entre RN 19 y el acceso a Susana en la ruta provincial 67-S). A su vez, el proyecto incluyó la construcción de puentes en las calzadas principales, en coincidencia con los cruces ferroviarios al norte y al sur de la ciudad.
ANTECEDENTES
Según explicaron desde Vialidad Nacional, el proyecto planteado inicialmente para la transformación de la RN 34 en autopista comprendía dos contratos de ejecución en forma simultánea: uno para el tramo entre RN 19, Rafaela y RP 13, y otro que cubría el sector entre RP 13 y Sunchales. Ambos comenzaron entre 2014 y 2015, respectivamente. “Con el cambio de gestión nacional a fines de 2015, ambos proyectos que inicialmente estaban bajo la modalidad de autovía (con parte de las obras ya ejecutada) fueron cambiados al formato de autopista. Esta decisión provocó que el tramo final de la Variante Rafaela hasta el cruce con RP 13 (Ataliva) fuese limitado y quitado del contrato para no elevar el monto. De esta forma un sector intermedio de 16 kilómetros (de longitud) quedó sin contrato, aunque tenía proyecto ejecutivo como autovía aprobado antes de 2015”, explicaron desde Vialidad.
“La situación, que técnica y administrativamente no fue resuelta hasta 2019, llevó a la paralización de ambos contratos y de los trabajos en ese sector intermedio. Luego, la gestión nacional iniciada ese año resolvió y aprobó –con la asignación presupuestaria necesaria– el cambio de proyecto. De este modo, para 2020 ambos contratos (RN 19–Rafaela y RP 13–Sunchales) estaban con trabajos retomados”, destacaron.
En cuanto al sector intermedio, la actual conducción del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, por intermedio de Vialidad Nacional, llevó adelante la licitación de esos 16 kilómetros (entre el final de la Variante Rafaela, la localidad de Lehmann y el empalme con RP 13). Se firmó contrato con la empresa Decavial y se encuentra actualmente en proceso de liberación de traza para la duplicación de la calzada, la instalación del obrador y la disponibilidad de cantera de suelo. El objetivo planteado es que los primeros trabajos comiencen antes de fines del 2023.
“Con la finalización de la construcción de los 13 kilómetros de autopista de la ruta nacional 34 entre Ataliva (RP 13) y Sunchales prevista para finales de 2023, más el sector habilitado de 45 kilómetros entre RN 19 y Rafaela, se lograrán sumar 58 kilómetros de doble vía. Este avance, sumado a la futura ejecución del tramo faltante entre ambos trayectos, llevará a que –en poco más de dos años– tengamos un total de 75 kilómetros de autopista en la ruta 34 (desde RN 19 hasta Sunchales), tal como estaba previsto originalmente en el proyecto de Vialidad Nacional iniciado en 2014”, resumieron desde este organismo.
AUTOVÍA RN 18, ENTRE RÍOS
Desde Vialidad Nacional también destacan los avances de una obra que ya lleva más de una década de idas y vueltas, a pesar de ser una inversión de gran importancia para la economía y el tránsito local, provincial, regional e internacional. Se trata de la transformación en autovía de la ruta nacional 18 en Entre Ríos que representa una inversión total de $ 43.800 millones, a valores actuales.
A través de sus 228 kilómetros, esta ruta conecta la provincia de una costa a la otra, comunicando las dos ciudades más importantes de la provincia: Paraná, su capital, ubicada a orillas del río del mismo nombre, y Concordia, emplazada sobre el río Uruguay.
Dentro del proyecto de construcción de la segunda calzada para conformar una configuración de 2+2 con vías por sentido separadas por cantero central, se destaca la inclusión de una variante a la ciudad de San Salvador que implica aproximadamente 22 kilómetros de traza nueva.
La segunda calzada se efectúa dentro de la zona de camino existente, produciéndose afectaciones y expropiaciones a privados en las zonas de ejecución de retornos, que se ubican distanciados cada 5 km aproximadamente.
El plan de obras fue dividido en cuatro tramos. Si bien los trabajos comenzaron en 2011, durante el transcurso de los contratos todos los tramos corrieron igual suerte: fueron paralizados y, años más tarde, reiniciados. En la actualidad cada sector presenta diferente evolución, pero desde Vialidad Nacional afirman que el promedio de avance general ronda el 93% (a septiembre de 2023). Se prevé su habilitación completa para agosto de 2024.
IMPORTANCIA
Por su estratégico emplazamiento, esta carretera resulta de vital importancia para el desarrollo económico y social de la provincia. En su entorno se ubican diferentes emprendimientos rurales e industriales que emplean la vía de comunicación para enviar sus productos a los centros de comercialización y consumo, y principalmente a los puertos ultramarinos de Concepción del Uruguay, Rosario y Zárate.
Asimismo, cabe remarcar que en la ciudad de San Salvador (capital nacional del arroz), se encuentran emplazadas las firmas más grandes del país dedicadas al procesamiento y comercialización de este cereal. También, que las ciudades vinculadas (Paraná, Viale, Villaguay, San Salvador y Concordia) cuentan con importantes parques industriales en constante crecimiento, para cuya actividad la RN 18 conforma “una vía de comunicación fundamental”.
En cuanto al desarrollo del turismo de Entre Ríos, este corredor también resulta preponderante ya que permite acceder a los centros termales y veraniegos distribuidos en su territorio. Por otra parte, y en el mismo orden, esta ruta resulta utilizada por usuarios que, desde el sector central del país, se dirigen hacia Brasil y la República Oriental del Uruguay.
La RN 18 se destaca por formar parte del conjunto de rutas que componen los Corredores Internacionales Bioceánicos y también reciben el tráfico internacional que circula por la provincia desde Brasil y Paraguay con destino al centro del país y a los puertos del Pacífico.
Previo a las obras de transformación en autovía, la conformación de la RN 18 era la de una carretera bidireccional tipo 1+1, con un paso urbano complejo en la ciudad de San Salvador. Dado ello, allí se ejecutó una variante integral de doble calzada de 22 kilómetros de longitud que permitió mejorar la seguridad vial.
La transformación de la ruta nacional 18 en autovía contempló el proyecto, la licitación y la contratación de obras subdivididas en cuatro tramos: tramo I: comprendido entre la intersección con la RN 12 y la localidad de Las Tunas, en una extensión de 67,75 kilómetros. Se construye la segunda calzada, retornos, intersecciones con la ruta nacional citada y con la RP 32, además de obras de arte mayores. Principales volúmenes de obra implicados: 2.680.000 m3 por terraplenes y suelos especiales; 22.500 m3 de hormigón; 1.115 Tn de acero; 200.300 Tn de concretos asfálticos y dos puentes peatonales. El monto vigente de contratación supera los $15.777 millones, financiados por el Tesoro Nacional. La contratista ganadora fue José Cartellone Construcciones Civiles y los trabajos comenzaron el 19 de septiembre de 2011. Pero en 2018 se paralizaron y fueron reactivados en junio de 2021. Una vez reiniciada la obra, se volvió a analizar la configuración de la intersección con RP 32 y de allí surgió la necesidad de ejecutarla en diferente nivel, con similares características a la que se proyectó en la intersección con RP 6 (que está dentro del plan integral de esta autovía). Habiéndose aprobado esta modificación, actualmente se desarrollan las tareas de construcción de este cruce, que se estima estará concluido en agosto de 2024, produciéndose en ese momento la habilitación total del tramo. El avance actual ronda el 80,66%.
Sigue el tramo II, entre la localidad de Las Tunas (Progr. 67,75) y la intersección con RP 20 (Progr. 135,60, acceso a la ciudad de Villaguay). Se construyó la segunda calzada, retornos, intersección con la RP 6 y obras de arte mayores en tres arroyos y en el Brazo del Río Gualeguay y Río Gualeguay. El tramo tiene 67,85 kilómetros de extensión. Las obras iniciaron en octubre de 2011 pero se paralizaron en 2016, cuando se registraba un avance del 48% (según contrato de origen). Estas se reactivaron en agosto de 2020 y el avance actual es del 97,8%.
La contratista es la UTE conformada por CPC y Rovella Carranza. El monto vigente del contrato es de casi $16.162 millones, pagados también con fondos del Tesoro.
Los trabajos implicaron el movimiento de 2.650.000 m³ de terraplenes y suelos especiales, 322.000 Tn concretos asfálticos, 21.200 m³ de hormigón, 1.000 Tn de acero y tres puentes peatonales. En la actualidad, la ejecución se encuentra en su etapa final (implantación de elementos de seguridad, señalización y conformación del paso urbano por la localidad de Paso de la Laguna). Se prevé que esté concluida para diciembre de 2023.
Por su parte, el tramo III abarca la transformación en autovía de la RN 18 desde el empalme con la RP 20 hasta el acceso oeste al puente emplazado sobre el arroyo Sandoval. También allí se ejecuta la segunda calzada, retornos, la intersección con la ruta provincial citada y obra de arte mayor en el arroyo Villaguay. En total, son 30,4 kilómetros. La obra presentaba un avance aproximado del 60% al momento de ser neutralizada en febrero de 2016. Su reactivación se concretó en diciembre de 2020 y el avance actual es del 96,9%. Al cierre de esta edición, se encontraba “muy pronta a finalizar”, se desarrollaban tareas relacionadas con la implantación de elementos de seguridad y señalización vial. La contratista a cargo es SACDE y el monto vigente ronda los $8.212 millones, con financiamiento del Tesoro.
Por último, el tramo IV contempla la transformación en autovía de la ruta nacional 18 desde el puente sobre el arroyo Sandoval hasta la intersección con la RN 14 (próximo a Concordia). Allí se construye la segunda calzada, retornos, intersección a diferente nivel con vías del ferrocarril General Urquiza y una variante de doble calzada en el paso por la ciudad de San Salvador. También, obras de arte mayor en los arroyos Sandoval y Grande.
Los trabajos se desarrollan dentro de la zona de camino existente de la RN 18, a excepción de la zona de la nueva variante por San Salvador, la que transcurre por traza nueva (22 kilómetros de longitud).
Además, esta obra incorporó la reconstrucción y repavimentación de la calzada existente entre el km 217 y la intersección con RN 14, en una longitud aproximada de 24 kilómetros (tareas que inicialmente estaban dentro del contrato del Corredor Vial 4).
La decisión de incorporar estas obras al contrato de la autovía (y, en consecuencia, la desafectación del contrato del Corredor Vial 4) obedeció a la imposibilidad de ejecutar en forma simultánea ambas obras, a cargo de diferentes contratistas.
También por la necesidad de adoptar un perfil de calzadas adosadas en ese sector, con separación mediante barandas tipo New Jersey, ya que la presencia de un gasoducto en el entorno del camino determinaba la necesidad de generar una ampliación de la zona, mediante expropiación, en prácticamente la totalidad del tramo (para permitir el corrimiento de ese gasoducto).
El tramo comprende 61,88 kilómetros. En julio de 2019 (con avance del 90%) se paralizaron las obras pero fueron reactivadas en mayo de 2020. En julio de 2021 se habilitó al tránsito pero en la actualidad ronda el 99,8% de avance ya que “la empresa se encuentra realizando trabajos relacionados con obras de seguridad que fueran solicitados por las fuerzas productivas de la zona e incorporados al contrato con posterioridad a la fecha de habilitación”, explicaron desde Vialidad.
Su ejecución implicó 2.290.000 m3 por terraplenes y suelos especiales; 20.000 m3 de hormigón, 590 Tn de acero, 346.300 Tn de concretos asfálticos y dos puentes peatonales. La contratista es Lemiro Pablo Pietroboni–Panedile Argentina–Luis Losi UTE. El monto vigente es de casi $3.679 millones con fondos del Tesoro.
BENEFICIOS
La nueva configuración de este corredor representará una “mejora sustancial en la seguridad vial para su circulación” dado que sobre la vía se presenta la coexistencia de tránsitos locales, regionales e internacionales, con la complejidad que ello representa.
A su vez, desde Vialidad Nacional destacaron que la construcción de esta autovía “resultó dinamizador para acrecentar el desarrollo del centro de la provincia de Entre Ríos, pudiendo actualmente verificarse la radicación de numerosos nuevos emprendimientos. Seguramente estos fueron seducidos por las ventajas estratégicas que ofrecería a futuro su construcción, al facilitar el acceso a los principales centros poblados y a los puertos ubicados sobre los ríos Paraná y Uruguay”.
En tanto, también señalaron que esta inversión resulta “relevante en el aspecto social, teniendo en cuenta las características demográficas propias de la provincia de Entre Ríos, ya que permitirá el desplazamiento de personas hacia los centros más urbanizados, facilitando el acceso a los centros de salud y de educación”.
Por último, cabe agregar “la importante creación de puestos de trabajo y actividad económica indirecta que una obra de esta naturaleza genera en toda la región durante su construcción. También por el aporte de capacitación a la mano de obra local, lo que constituye un indudable beneficio adicional para los obreros y técnicos empleados para su ejecución”.
Para concluir, Arrieta expresó: “Estamos presentes en Entre Ríos con obras estratégicas para el desarrollo y la integración de la región, como es esta transformación en autovía de la ruta nacional 18. En un esfuerzo articulado con el Gobierno provincial, desde Vialidad Nacional pudimos dar respuestas a demandas históricas. Estamos ante un proyecto que era prioritario para el crecimiento productivo de la Argentina y para potenciar su conectividad, accesibilidad, seguridad y logística”.
Asimismo, añadió: “La transformación en autovía de este corredor resulta preponderante a nivel social y económico, tanto en el plano local como internacional. Por un lado, porque estamos hablando de una traza que une ambas costas de la provincia y, por el otro, porque al formar parte del conjunto de rutas que componen los Corredores Internacionales Bioceánicos, permitirá una mayor vinculación turística y comercial con el Uruguay, Brasil, Paraguay y los puertos del Pacífico”.
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