La británica JCB anunció que ya se vendieron 1000 unidades del modelo 19C-E salido de una línea de producción masiva de miniexcavadoras totalmente eléctricas que comenzó a operar en 2019. “Estamos encantados con el éxito de la miniexcavadora eléctrica de JCB, que está demostrando ser muy popular en todo el mundo, donde existe una demanda creciente de equipos de cero emisiones que operan en áreas urbanas”, dijo en un comunicado el presidente de JCB, Lord Bamford.
Ciertamente, la 19C-1E, que ha tenido un gran éxito y aceptación entre las empresas contratistas que trabajan dentro de edificios y en áreas del centro de las ciudades sensibles a las emisiones de gases y al ruido, es cinco veces más silenciosa que su contraparte diésel; mientras que su batería puede cargarse por completo en menos de dos horas, como para completar un turno completo de trabajo con una sola carga. Vale aclarar que, igualmente, esta máquina es perfecta para trabajar tanto en interiores como exteriores, en plantas fabriles, túneles o sótanos, y en proyectos de servicios públicos; resultando un componente valioso para las empresas de alquiler, por su versatilidad.
Menos mantenimiento
Desde que la industria pesada incursiona en la electrificación de las máquinas de construcción, JCB ha estado a la vanguardia del desarrollo de esta tecnología para satisfacer las demandas de los clientes de productos con cero emisiones: en 2019 entró en plena producción seriada la primera miniexcavadora eléctrica de fabricación masiva del mundo y, desde entonces, JCB lidera un camino sin retorno, tras la introducción de una solución eléctrica a batería para los equipos más pequeños en principio, que incluye manipuladores telescópicos y plataformas elevadoras de personal para trabajos en altura.
Particularmente, la miniexcavadora 19C-1E tiene baterías que no requieren mantenimiento, en tanto que la ausencia de un motor a explosión y sus elementos asociados como los fluidos reducen significativamente el costo y tiempo de mantenimiento y servicio, lo que les permite ahorrar tiempo y dinero a las empresas, y propone una mayor disponibilidad del equipo.
De fábrica se entrega un paquete de 4 baterías para la máquina que permite trabajar durante un día completo con una sola carga. El estado de esta se controla mediante un indicador en el panel de instrumentos. Una carga dura 120 horas, si la máquina se deja encendida pero no funciona. Y hay 3 opciones de carga: 110 V, 230 V y 415 V.
Por lo demás, montados sobre un bastidor del tren de rodaje construido con una placa de acero sólido de 25 mm, tres rodillos inferiores combinados con orugas de paso corto garantizan una conducción silenciosa y suave.
Entre tanto, la estructura de la 19C-1E ha sido diseñada y construida para soportar los entornos de trabajo más difíciles, con componentes de larga duración para un tiempo de inactividad mínimo: una carrocería 100% de acero para máxima protección y fácil reparación, y una cabina ROPS como estándar. Por detrás se ha colocado un contrapeso de fundición, ocupando el ancho completo de la infraestructura, para brindar protección total contra daños en el sitio.
Ya en operación, la sección hidráulica de la 19C-1E adopta una arquitectura de detección de carga de Bosch-Rexroth, que garantiza el mismo rendimiento de excavación que el modelo convencional equivalente de 1,9 toneladas con motor de combustión interna, pero por otro lado tiene el alto par, constante en cada velocidad de rotación, garantizado por el motor eléctrico accionado electrónicamente.
Hay tres modos de funcionamiento que ofrecen la misma fuerza de arranque variando el caudal hidráulico solo para las líneas auxiliares, uno electroproporcional de doble efecto como equipo estándar y otro disponible como opción.
Una única bomba de caudal variable de 42 litros/minuto impulsa la pluma, el giro, la traslación y la rotación, ofreciendo potencia y fluidez de movimiento gracias al alto par de la unidad de propulsión eléctrica. Vale recordar que este modelo está basado en la especificación premium del modelo 19C-1 diésel.