El mejoramiento sustentable representa un tipo de intervención urbana que articula diferentes paradigmas de producción de la vivienda, con vistas a optimizar los esfuerzos y recursos de los diferentes actores intervinientes. La participación de los destinatarios y usuarios se constituye en uno de los elementos característicos de los programas de optimización urbana, del hábitat y la vivienda, ya que cumple un rol de promotor de las tomas de decisiones que se realizan en torno a su implementación.
Las acciones de mejoramiento, por un lado, se enfocan en optimizar los recursos aportados por la población que construye su vivienda. La perspectiva de la política pública se plantea como potenciadora de la producción sustentable del hábitat, interviniendo en el mejoramiento de un territorio que, física y socialmente, se encuentra en proceso organizativo y de desarrollo.
Por otro lado, el mejoramiento se constituye en una herramienta de producción estatal de vivienda y hábitat que busca potenciar el impacto de diferentes inversiones públicas en el territorio: infraestructura, espacio público, equipamiento, vivienda, etc. En este sentido, se plantea una perspectiva de la política pública como dinamizadora de intervenciones de diversos actores: estado, población, organizaciones, sector privado, etc. Aquí también se parte de una preexistencia física y social, pero también se constituye una nueva instancia de proceso que puede ser el inicio de otra nueva etapa de satisfacción para el territorio.
En ambos tipos de producción, la acción de intervenir con un mejoramiento sustentable de la vivienda plantea la necesidad de adoptar esquemas de participación de la población con vistas a la construcción de consensos que respeten las existencias propias del territorio.
El Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda desarrolló un proyecto para el mejoramiento de viviendas a partir de la realización de diagnóstico habitacional y la identificación e implementación de mejoras en las condiciones de confort interior, la seguridad y la eficiencia energética en hogares de familias de bajos recursos. Se prevé, mediante la sustentabilización de hogares, reducir los consumos por climatización y, con ello, obtener beneficios en el ambiente y ahorros que repercutan directamente en mejoras sensibles en la economía de las familias. Este proyecto se lleva a cabo en tres etapas:
- Diagnóstico social y técnico de la familia y la vivienda. Cálculo del balance energético de la vivienda e identificación de la mejora necesaria.
- Intervención del hogar con acompañamiento social y técnico.
- Rediagnóstico técnico de la vivienda para conocer energía ahorrada, cambios de temperatura y humedad interior alcanzados, recambio natural del aire, entre otras variables.
Con la implementación de este proyecto, las acciones del Gobierno asumen las funciones de crear un entorno institucional propicio y facilitador para lograr producción, construcción y consumo sostenible:
PRODUCCIÓN DE BIENES Y SERVICIOS
Busca minimizar el uso de los recursos naturales, la generación de materiales tóxicos, residuos y emisiones contaminantes mediante la promoción de una estrategia de gestión productiva que integra la dimensión ambiental a través de un enfoque preventivo de la contaminación y la administración eficiente de los recursos.
El objetivo de este modelo productivo es armonizar el crecimiento económico con la inclusión social y el cuidado del ambiente; promoviendo un desarrollo industrial que no ponga en riesgo las necesidades productivas, sociales y ambientales de las generaciones futuras.
CONSTRUCCIÓN
Pretende minimizar el uso de los recursos y promover la utilización de técnicas constructivas innovadoras con materiales de bajo impacto en el ambiente y reducir la demanda energética y de recursos durante el uso, generando e incorporando en el sector de viviendas materiales eficientes y capacitación de los usuarios.
CONSUMO
Propicia el uso de productos y servicios que minimizan la utilización de los recursos naturales e involucra la adopción de tendencias y estilos de vida con menor impacto ambiental. Esta perspectiva está vinculada a la producción sostenible y tiene como objetivo armonizar las necesidades de bienes y servicios de la sociedad con el desarrollo sostenible.
Para llevar adelante esta visión y promover cambios en las prácticas sociales y modalidades de consumo, en acuerdo con el Objetivo 12 (“Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se desarrollan estrategias y herramientas orientadas a promover la producción sostenible en el ámbito nacional.
CIUDADES SOSTENIBLES
En el marco del Gabinete Nacional de Cambio Climático se creó la Mesa de Construcción Sustentable; en este ámbito, se diseñaron los lineamientos de la Estrategia Nacional de Vivienda Sustentable. Desde 2016, la Argentina forma parte de la Alianza Global para los Edificios y la Construcción, con el objetivo de reunir a la industria de la construcción, los países y las partes interesadas para crear conciencia y facilitar la transición global hacia edificios de bajo consumo de energía y bajo consumo de emisiones.
Estas acciones marcan un camino de acción para dar respuesta al acelerado proceso de urbanización que genera problemáticas vinculadas con el acceso a servicios básicos e infraestructura –necesaria para sostener la calidad de vida de las personas– e importantes desafíos ambientales y de planificación.
La mejora en la gestión y la planificación, el ordenamiento territorial, el desarrollo y el acceso a infraestructura y la adecuada gestión de las interacciones entre la ciudad y el medio natural son algunos de los aspectos que permiten avanzar hacia las ciudades sostenibles, es decir, aquellas que logran la plena realización de los derechos de sus habitantes, incluyendo el acceso a la vivienda, agua potable y saneamiento, seguridad alimentaria, salud, educación, infraestructura, movilidad y el derecho al ambiente sano, para el desarrollo humano armonioso y respetuoso con la naturaleza que habita e integra.
DE LA VIVIENDA SOCIAL A LA VIVIENDA DIGNA
Se propone un cambio de paradigma. Esta nueva iniciativa del Gobierno nacional parte de comprender a la vivienda como un derecho y su construcción como parte indispensable del proceso productivo. Desde esta perspectiva, la casa constituirá ahora el lugar donde cada familia tenga la posibilidad de crecer y desarrollarse sustentablemente. Se propone atender las distintas demandas habitacionales a través de contemplar cada población y territorio en particular, para lograr los cambios necesarios en los aspectos habitacionales del país.