Con 152 obras y proyectos para la restauración, preservación y puesta en valor de bienes patrimoniales se está llevando a cabo este plan de infraestructura que incluye edificios y monumentos históricos de todo el país, de las cuales 14 obras ya fueron finalizadas, 33 se encuentran en ejecución, 13 a iniciar, 26 en proceso de licitación y 66 son proyectos en circuito.
Todas estas intervenciones contemplan una inversión total de $52.503 millones y se realizan en 78 municipios de 21 provincias del país y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Este plan consta de 4 líneas de intervención: Patrimonio nacional, provincial y local; espacios para la memoria; el Programa Pueblos y Centro Históricos; y el Programa de Restauración y puesta en valor del arquitecto Francisco Salamone.
En cuanto a la línea de Patrimonio nacional, provincial y local, consta de 49 obras y proyectos como museos, bibliotecas, residencias e instituciones de valor patrimonial histórico, con una inversión de $32.369 millones. Los Espacios Para la Memoria y La Promoción de los Derechos Humanos, comprende 20 obras y proyectos para la puesta en valor, conservación y construcción de espacios para la memoria, de las cuales 3 están en ejecución, 7 en licitación y 10 en proceso de evaluación. El costo total de estas obras es de $8.244 millones, entre las que se destacan el Nuevo Espacio Para la Memoria en Campo de Mayo, la conservación de la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina en Gral. Pueyrredón (en ejecución), los edificios de La Imprenta y La Enfermería en la ex ESMA, la restauración de la Escuelita de Famaillá en Tucumán. El Vesubio en La Matanza se encuentra en desarrollo, así como el Espacio de Memoria en el Regimiento 9 de Corrientes y Automotores Olimpo y Orletti en Caba.
Una de las obras más importantes que se inauguró fue la restauración y puesta en valor de la casa sobre el Arroyo en Mar del Plata. Esta es una de las obras de arquitectura más reconocidas del siglo XX a nivel mundial que fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y hoy es un museo abierto a la comunidad. Los trabajos de recuperación de este espacio tuvieron una inversión de $72 millones, ejecutados por la Secretaría de Obras Públicas a través de la Dirección Nacional de Gestión de Obras en articulación con el Ministerio de Cultura y el municipio. Este edificio fue construido entre 1943 y 1946, ubicado en un terreno que ocupa dos manzanas de un área natural y está atravesado por el arroyo Las Charcas, la cuenca que inició la fundación de Mar del Plata. La construcción abarca dos terrenos que dividen este curso de agua.
Otra de las obras es la de la ex Biblioteca Nacional, denominada Espacio Borges. Este trabajo incluye la reparación integral del edificio existente de cuatro plantas y dos entrepisos para restablecer su arquitectura original. Este espacio, ubicado en México 564, en el barrio de Monserrat, fue declarado Monumento Histórico Nacional y en él se puede acceder al patrimonio cultural de Jorge Luis Borges, quien dirigió la biblioteca durante 18 años. La obra comenzó en marzo de 2022 y demandó una inversión del presupuesto nacional por $363 millones, su finalización se prevé para febrero. En la arquitectura se expresa también la cultura y parte de la historia se encuentra entre esos edificios y su conservación implica por ejemplo desmontar elementos que no pertenecen a la construcción inicial, restaurar piezas originales y su colocación posterior, pero sobre todo implica tareas previas de investigación.
En este sentido, El Constructor dialogó con Mariana Quiroga, Dir. de Servicios de Ejecución de Proyectos en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, quien forma parte de este Plan de Infraestructura Patrimonial.
¿Cuál es la importancia de estas obras para la comunidad o el turismo?
El patrimonio cultural está conformado por bienes tangibles e intangibles que heredamos de nuestro pasado, reafirmamos y atribuimos valores y significados en el presente y transmitimos a las generaciones futuras. Los bienes patrimoniales constituyen el “capital cultural” de las sociedades contemporáneas y requieren de políticas y modelos de desarrollo que preserven y respeten su diversidad y su singularidad, ya que una vez perdidos no son recuperables. Estas acciones generan empleo a través de las obras de restauración y conservación y son un motor para el turismo, la educación y la difusión de la cultura.
¿Cómo se define qué edificios deben ser intervenidos, ya sea para su restauración o modificación?
La decisión de qué edificios deben ser intervenidos para su restauración debe formar parte de un plan federal de políticas públicas de protección del patrimonio que involucre edificios, conjuntos de edificios, áreas, poblados y paisajes naturales de valor. Para ellos es importante que los bienes cuenten con normativas que los protejan, es decir, que posean algún tipo de declaratoria municipal, provincial, nacional e incluso mundial. La mirada del patrimonio ha cambiado en los últimos años, donde hoy se considera patrimonio desde un inmueble que es testimonio de la historia de un lugar, la obra de un arquitecto reconocido, una pieza de valor artístico, marco de un hecho histórico, pero también el patrimonio industrial, el patrimonio moderno, los poblados históricos, el patrimonio subacuático, entre otros.
¿Hasta dónde debe modificarse o mantener su arquitectura original?
La acción primaria para la conservación del patrimonio es la misma conservación que consiste en un método de trabajo sistemático para identificar, evaluar, detectar y controlar los riesgos de deterioro de un bien cultural y su objetivo fundamental es eliminar o minimizar esos riesgos, actuando sobre el origen de los problemas y de esta manera evitar costosas operaciones de rehabilitación. Es fundamental que los proyectos de restauración, así como los equipos de ejecución, contemplen equipos interdisciplinarios. En la Dirección Nacional de Gestión de Obras tenemos la responsabilidad de inspeccionar y supervisar la cartera patrimonial del MOP y contamos con equipos técnicos compuestos por restauradoras, arqueóloga y arquitectas/os especializados en conservación y patrimonio con el asesoramiento de instituciones como la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, Área de Patrimonio Histórico en GCBA, así como las áreas de patrimonio y cultura en provincias y municipios. En los casos de intervención, deben realizarse estudios históricos constructivos de cada etapa del edificio o bien a intervenir (planos históricos, fotos históricas, cartas, investigaciones, escritos), también se realizan cateos de color, de estructuras y tomas de muestras para análisis en laboratorio para determinar materiales y composiciones de cada etapa de la vida del bien, así como mapeos de patologías para determinar desajustes. Con todas estas investigaciones se elabora un proyecto de intervención en el que participan especialistas de diferentes disciplinas. En algunos casos, se recomiendan pruebas piloto, como la realizada en la fachada de la Confitería del Molino o el Monumento a la Bandera. Esto significa tomar un sector representativo y utilizarlo como testigo de una intervención que sirva de referencia para el resto del bien.
¿Cuál es la injerencia o responsabilidad del Estado en este sentido?
La conservación del patrimonio arquitectónico es, en primera instancia, una responsabilidad del Estado, que a través de políticas públicas brinde el asesoramiento, el apoyo técnico y el financiero para obras sobre el patrimonio nacional, provincial y local que apunten a preservar el patrimonio de los pueblos y ciudades. Es el Estado quien debe armar redes de trabajo entre distintos organismos de protección, investigación y ejecución.
INVERSIONES Y DESAFÍOS
¿Desde hacía cuánto tiempo no se invertía en este tipo de obras?
La inversión en patrimonio es una acción que viene incrementándose en el Estado, por un lado por el valor que viene asumiendo en la sociedad y por el otro por el incremento en la cartera pública nacional de tantas obras y tan significativas. En el Ministerio de Obras Públicas de la Nación restauramos obras de gran valor nacional e internacional de diferentes periodos y estilos arquitectónicos, así como distintos programas: patrimonio nacional, provincial y municipal a través de una selección de obras significativas, sitios de memoria, planes de intervención de un arquitecto/a, obras de turismo social, museos, edificios religiosos, entre otras. Trabajamos en la restauración de la Casa sobre el Arroyo de los arquitectos Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge de Williams, una de las obras más importantes de la modernidad argentina que se encontraba en estado de abandono y que había atravesado dos incendios. Restauramos las dos capillas de responso del Cementerio Alemán y Británico, dos pequeñas piezas de alto valor patrimonial funerario. Restauramos la segunda iglesia más antigua de buenos aires: la Basílica de San Francisco de Asís y la Capilla San Roque a través de la restauración integral del monumento, así como de los 3 tapices del artista Horacio Butler que reemplazaron (luego de la quema de las iglesias) el altar original. Restauramos la Escuela Centenario de Santiago del Estero, un edificio de arquitectos franceses de alto valor patrimonial representativo del centenario de la patria que hoy se encuentra en pleno uso. Trabajamos en la restauración de dos hoteles de las unidades turísticas de Embalse y Chapadmalal rehabilitándolos para turismo social, estas obras estaban en desuso desde los años 90 y se están recuperando, incorporándoles la adecuación tecnológica, de accesibilidad y adaptando los hoteles a los nuevos modos de habitar. Pero también trabajamos en piezas más pequeñas, pero no por eso menos significativos de gran valor para las comunidades. Cabe citar el Plan Salamone, que busca recuperar la obra art decó de este increíble arquitecto italo-argentino en municipios de la provincia de Bs. As., donde realizó la mayor cantidad de obras: Balcarce, Pellegrini, Rauch, Alberti y también en Córdoba. Esta obra nunca había tenido un plan nacional de recuperación. Por otro lado, el Programa de Poblados Históricos, que en conjunto con la Comisión Nacional de Monumentos busca la recuperación de bienes en pequeños poblados con distintas tecnologías y estilos arquitectónicos, cabe citar la restauración de la capilla del Rosario, modesta obra de adobe del 1800 en Lavalle Mendoza perteneciente a la comunidad huarpe, la restauración de obras de la ruta Guemesiana como la Finca Carmen de Güemes y el Fuerte de Cobos o la Restauración y Puesta en Valor de la Chimenea Forestal en Santa Ana Santa Fe, una chimenea en ladrillo de 1892 testimonio de patrimonio industrial forestal.
¿Qué tipo de materiales han sido necesarios para su intervención? ¿Han surgido obstáculos al respecto?
Para la restauración de bienes patrimoniales se requieren materiales compatibles con los originales. Muchas veces no se encuentran más en el mercado (ciertos vidrios de colores, ciertos espesores de chapa, tapizados, etc.) o deben replicarse para la obra específica. En estos casos el proyecto debe contemplar alternativas contemplando la reversibilidad y compatibilidad.
¿Cómo es el financiamiento en términos estatal y privado?
Como dije, el principal inversor en la restauración de obras patrimoniales es el Estado. Esto debería ampliarse y conquistar la inversión privada con las debidas regulaciones.
¿Cuál es el desafío o expectativas para las próximas gestiones en relación con las obras de infraestructura patrimonial?
Las obras de infraestructura patrimonial presentan una serie de desafíos y expectativas para las próximas gestiones. Estos desafíos están relacionados con la preservación y restauración de edificios históricos y arquitectónicamente significativos, así como poblados y paisajes culturales, con el objetivo de mantener su valor cultural y social.