En el departamento La Paz, en el oeste de la provincia de Entre Ríos, la empresa Piedras Blancas S.A se dedica al procesamiento del yeso extraído de la cantera Cabrol, un yacimiento mineral ubicado a unos cuatro kilómetros de la localidad de Piedras Blancas, al inicio de una zona geológica yesífera que forma una franja de 80 kilómetros de largo y ancho irregular hasta la cabecera del arroyo El Sauce, al sureste de la ciudad capital entrerriana de Paraná.
De acuerdo a los estudios estratigráficos realizados, la veta principal se encuentra tapada por una primera capa de 60 cms de tierra fértil y luego más material estéril, cuyo espesor varía entre 4 y 8 metros. Por eso, el destape se trabaja con palas de arrastre como un movimiento de suelos, hasta encontrar el material arcilloso yesífero que se presenta como otra capa de entre 3 y 5 metros de altura, de modo que para llegar al horizonte del pit en la cantera Cabrol deben excavarse más de 7 metros de profundidad.
De todos modos, aclaran desde el área operativa de la compañía, la participación de yeso en ese estrato es del 10 a 12%, por lo que de cada 1000 toneladas de material extraídas se obtienen entre 100 y 120 toneladas de piedra de yeso comercializable. Ciertamente, no todos los depósitos estudiados en esta región constituyen yacimientos de interés económico y además, en toda la zona el yeso se presenta principalmente en forma de nódulos cubiertos por una fina capa de material arcilloso. Así es que la zaranda es el equipamiento elegido para tamizar el mineral extraído, que se tiende sobre “canchas” previamente preparadas para el secado.
A grandes rasgos, se debe realizar un proceso de clasificación y separación del material limo arcilloso, que comienza ya desde el mismo frente de cantera y luego sigue con una molienda en la planta industrial, donde se elaborará el yeso comercial; incluyendo las etapas de trituración, deshidratación, segunda molienda, clasificación, envasado, acopio y despacho.
Soluciones sostenibles
La explotación de esta cantera se realiza en forma semimecanizada. En su primera etapa, ésta es una operación minera a cielo abierto típica, no obstante, no hay etapa de voladura como en los yacimientos del centro de la provincia de Buenos Aires, en tanto que el manto yesífero se busca con perforaciones o cateos y en general, los bancos se presentan en profundidad ya fragmentados en forma de bochas.
Entonces, la extracción propiamente dicha se hace con una excavadora sobre orugas y/o una cargadora frontal sobre ruedas de neumáticos, máquinas que inmediatamente levantan y vuelcan el material en una cibra o zaranda rotativa, para separar las piedras de yeso.
Inmediatamente, el resultante seleccionado queda apilado: el mineral de yeso en condiciones de ser deshidratado y trasladado a la fábrica, donde se elaborarán distintos productos para la venta, mientras que el estéril regresa al lugar original en forma de remediación del suelo.
Así, por fin: “proporcionamos soluciones innovadoras y sostenibles en la fabricación de yesos calcinados para la construcción, además de productos especializados para la agricultura y la industria”, dice el presidente de Piedras Blancas SA, Oscar Cabrol; y aclara, “hoy la empresa tiene 50 años y sigue invirtiendo: estamos cambiando una máquina por año. Así, la producción mejora muchísimo”. En este sentido, la última incorporación a la flota de máquinas de Piedras Blancas es una cargadora frontal SEM, un modelo de la Serie 600 con capacidad de carga de 5 toneladas que cuenta con el respaldo de Caterpillar y su distribuidor Nextmaq.