La subsecretaría de Infraestructura Educativa comenzó a ejecutar reparaciones en más de 450 escuelas de Mendoza. Las obras se concretarán a través de la modalidad de “coeficientes de impacto zonales”. Son nueve paquetes de intervenciones que abarcan un promedio de 50 escuelas cada uno, con un presupuesto promedio de $320 millones por coeficiente. Es decir, que está prevista una inversión oficial total que alcanza los $2.900 millones.
La totalidad de las obras que se ejecutarán durante 2024 tendrán una inversión de $15.000 millones y están siendo financiadas íntegramente con fondos provinciales. El Constructor entrevistó al subsecretario de Infraestructura Educativa de Mendoza, Carlos Daparo, quien destacó que “nuestra intervención es permanente, debido a la gran cantidad de establecimientos escolares que posee la provincia”.
¿Cómo evalúa la situación actual de la Infraestructura Educativa en la provincia?
La situación educativa en Mendoza, desde el punto de vista de infraestructura, está operativa y en las mejores condiciones posibles. La provincia tiene 1354 edificios escolares en los que asisten 590.000 alumnos distribuidos en más de 30.000 aulas. Esta frecuencia de personas que transitan en los distintos establecimientos educativos permanentemente nos lleva a estar actuando, desde el punto de vista del mantenimiento de la infraestructura, para conservarla de la mejor manera posible.
¿Cuántos establecimientos educativos necesitan reparación de acuerdo al censo que tiene la subsecretaría?
Nuestra intervención es permanente, debido a la gran cantidad de establecimientos escolares que posee la provincia. Nosotros hemos destinado para obras de mantenimiento en las escuelas más de 15.000 millones de pesos. Nos ocupamos de roturas de un caño de agua, de conexiones eléctricas o a las reparaciones mucho más complejas que tienen que ver con todo un núcleo sanitario, como cambiar baños completos, techos y hacer refuerzos en infraestructura.
Al tener una gran cantidad de edificios escolares, lo que venimos gestionando desde el gobierno provincial en los últimos ocho años es abocarnos a los temas estructurales con los edificios, ya que muchos de ellos tienen más de 60 años.
¿Todas las obras son financiadas con fondos provinciales?
Los fondos aportados por la provincia para obras de infraestructura escolar, en los últimos años, se fueron incrementando. Veníamos del año 2023 de tener un monto de 7 mil millones de pesos y este año hubo un incremento de más del 100%. Creemos que la calidad educativa va atada de la mano de tener buenos docentes, de diseñar lo último en edificios escolares, y tener a los chicos y los docentes en las mejores condiciones posibles. Todo esto se hace con recursos provinciales. A los edificios que ya teníamos, se le habían sumado cinco nuevos establecimientos educativos que se estaban haciendo con recursos nacionales, pero esos montos de dinero dejaron de venir a la provincia. De hecho, basta mostrar el anuncio que hizo el Gobierno Nacional de la paralización de la construcción de escuelas técnicas en todo el país. Nosotros en la provincia de Mendoza teníamos cuatro escuelas técnicas que se iban a construir con fondos nacionales y no vino ningún recurso económico. La Nación nunca cumplió con lo prometido y ahora estamos iniciando todo un proceso para ver si podemos atender esas obras nuevas con recursos provinciales.
¿Los montos que se necesitan para finalizar esas obras son aparte de los 15 mil millones que están invirtiendo?
Debemos generar unos 7 mil millones de pesos más para las obras mencionadas. Presentamos un proyecto de ley en la provincia de Mendoza que pretende aprovechar las áreas de vacancia, es decir aquellos terrenos que estaban en el Estado o que por distintas situaciones fueron sacados de actos de corrupción. Con todos esos bienes, la idea es armar una licitación pública, venderlos y con esos recursos tratar de atender la demanda de la construcción de las nuevas escuelas.
En cuanto a las obras que está haciendo la provincia, ¿tuvieron que suspender o atrasarlas por la situación económica?
En los primeros meses de gestión hemos tenido un retraso en la obra y aún persiste esta situación, fundamentalmente porque no llegaron los recursos de Nación. Todas aquellas horas que teníamos comprometidas por el Estado Nacional en Mendoza han disminuido el ritmo y estamos esperando que se clarifique un poco la situación del país. Una parte de dichas obras las estamos manteniendo con recursos provinciales. A estas hay que sumarles todas las que inició la provincia y que estamos ejecutando a un ritmo un poco más lento.
Teniendo en cuenta este panorama, ¿se piensa en nuevas licitaciones para el presente año?
Lo que pretendemos en 2024 es terminar con las obras de infraestructura escolar ya iniciadas. Tenemos un banco de proyectos de inversiones de construcción, fundamentalmente de salas de cuatro años. Es un programa en la provincia de Mendoza para abrir cerca de 60 salas y construir al menos cuatro escuelas. Estamos viendo si desde Nación van a colaborar con esto o si optimizaremos los recursos provinciales para volver a licitar —a partir del año que viene— la construcción de algunas escuelas que podamos hacer con fondos propios.
Mendoza tiene una novedosa modalidad de obras denominada “coeficientes de impacto zonales”. ¿En qué consiste específicamente?
Tenemos varias maneras de intervenir los 1.354 edificios escolares que posee la provincia. A Mendoza la dividimos en cuatro: la zona norte, la zona sur, la del Valle de Uco y la zona este, donde tenemos especialistas en la parte de plomería y gasistas, y nuestro equipo de inspectores y arquitectos que atienden las urgencias. Hay todo un protocolo en la provincia de Mendoza donde el director de una escuela, cuando tiene un problema de infraestructura en el establecimiento educativo, como cortes de agua o gas, inmediatamente activa un sistema de cuadrilla para atender la urgencia. Además, con estos contratos zonales hay 70 empresas privadas que se licitan por un monto de plata, no de obras, y cada empresa atiende aproximadamente unas 50 escuelas donde deben intervenir ante un problema estructural, como obras en techos o cambiar todo el núcleo de baños. Cuando la empresa interviene se le paga por un coeficiente. Todos los meses, a través de nuestra página oficial, publicamos los precios del cemento o los ladrillos, es decir que damos la unidad de medida que se va actualizando con la inflación. A ese valor de mercado en cada metro cuadrado de hormigón de cemento se le aplica una rentabilidad a la empresa, que normalmente es del 45%. Entonces se le paga la obra por unidad de medida, por lo hecho en la escuela. Es un sistema de contratación muy ágil, donde la provincia no tiene previsto las obras que va a hacer, pero tiene una empresa con un monto de plata, y se va gastando esa plata en función de las necesidades.
¿Este sistema también genera fuentes de trabajo en cada región de Mendoza?
Sí, muchísimas fuentes de trabajo regionales. El promedio que nosotros tenemos trabajando en el sector de la construcción con este sistema son más de 500 personas. Trabajan en distintas escuelas, en distintos momentos y con distintas especialidades, por lo cual también esto produce desarrollo. Porque las empresas que se presentan en estos contratos, que para que tengan un valor de referencia hemos terminado la una parte de los procesos licitatorios con contratos de $400 millones en promedio, son pymes.
¿La construcción de nuevos edificios escolares en Mendoza generará además otras obras de infraestructura?
Nosotros coordinamos dentro de la provincia, donde se va a establecer un sistema educativo, la infraestructura necesaria para atender la escuela. Normalmente las escuelas están previstas con el colectivo, con el camino con la red de Internet y la red eléctrica. Pensamos en toda la infraestructura necesaria básica para poder instalar el sistema educativo. En esto hay un sistema de planificación dentro de esta subsecretaría de Infraestructura Educativa donde se analiza la necesidad y se coordina con cada uno de los municipios el lugar y los servicios conexos para poder prestar el servicio.
¿Y quién es el encargado de financiar estas obras de infraestructuras conexas a los establecimientos educativos?
Existe un banco de proyectos en la provincia, donde se ve la necesidad o donde un municipio puede plantear la conveniencia de la construcción de un edificio educativo y esto llega a la provincia. Si bien la gobernancia y el lugar lo termina definiendo la provincia, lo acordamos normalmente con los actores locales y con todo el sistema educativo.
¿Qué obra educativa sueña con ejecutar antes de finalizar su mandato?
Lo que yo aspiro es que en las obras de mantenimiento de infraestructura escolar nos podamos adelantar y no trabajar sobre la urgencia. La meta para este año es invertir más recursos económicos en el mantenimiento preventivo.
Algo de eso ya empezamos a hacer en la provincia, por ejemplo, en las obras de gas. Estamos modificando toda la estructura de red de gas que tienen más de 50 años y que anteriormente lo que se hacían eran parches. Hoy estamos interviniendo y colocando toda la instalación de gas nueva. Esto nos va a permitir que en los próximos 20 años no tengamos problemas de gas en las escuelas.