Por Fernando Brovelli – Los últimos índices de la actividad industrial en la Argentina establecen un clima de preocupación que apuran la necesidad de nuevas estrategias para los emprendedores. Los datos que publicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en julio, pero referidos al mes de mayo, reflejan una caída interanual de 14,8% en 16 rubros industriales, pero que se profundiza a un 32,6% en el sector de la construcción. En dicho desagregado se pueden distinguir las áreas que justifican esa cifra: los artículos sanitarios de cerámica tuvieron una baja del 60,4%; el asfalto otro 47,8%; los pisos y revestimientos cerámicos un 41,8%; las placas de yeso un 36,7%; los ladrillos huecos un 35,8%; y el hormigón elaborado un 31,9%; entre otras áreas.
En medio de ese deterioro, existe un rubro que pudo atenuar el impacto: las pinturas para la construcción sufrieron una caída de tan sólo el 3,7% interanual. Los principales actores del sector están nucleados en la Cámara Argentina de Pinturerías, una organización constituida en el 2006 que año tras año profundiza su crecimiento en cantidad de socios (actualmente son 110 empresas) y en extensión geográfica dentro del país. Su presidente, Omar Di Toro -directivo de Pinturerías Ogus- compartió a El Constructor su mirada sobre el complejo escenario pero pronosticó un fin de año de menor receso: “Esperemos que remonte. Creo que no es tan fácil, pero tengo expectativas de que vamos a terminar el año con un repunte, aunque no alcance un efecto rebote. A las ventas del sector, nosotros las medimos en litros y creo que los litros por lo menos no van a seguir cayendo”.
¿Cómo viene la actividad interna de los socios y el diálogo entre todos los integrantes de la Cámara?
La verdad es que la comunicación con los socios y el diálogo es bárbaro. Cuesta mucho, como en todas las cámaras, que la gente siga la actividad cotidiana. Porque hoy, como la situación no está fácil, todos estamos con el personal justo y a nadie nos sobra nada. Por ejemplo, dictás un curso y tenés que sacar tres empleados para capacitar; al comercio le cuesta mucho eso.
Después están los eventos, que son fantásticos porque es donde juntamos a los pintureros y a los proveedores. Todos nos vemos con todos y hace que haya mucha interacción entre pintureros del interior, que no tienen la posibilidad de ver a todos sus proveedores, entonces se conocen, se familiarizan y trabajan juntos.
¿Existe una brecha entre los pintureros de las ciudades más chicas de las provincias con respecto a los del conurbano, de las capitales de las provincias o de la ciudad de Buenos Aires, que es precisamente donde se origina la CAPIN?
Hoy la tecnología nos acercó a todos. Nosotros hacemos híbrida la reunión de Cámara y quien quiera participar puede hacerlo de forma remota, entonces todo el mundo está enterado de lo que pasa y están actualizados con los precios y las competencias. Tampoco hay tanta diferencia con la situación de los fletes, porque las fábricas de pinturas tienen distribución en todos lados. Hoy yo publico un precio en Buenos Aires y repercute en Tierra del Fuego. Antes había precios muy dispares entre ciudades chicas y Buenos Aires, pero con todo lo que es tecnología y la digitalización está más homogeneizado.
En el evento de la Cámara en noviembre del 2023 había anticipado que se venía un año difícil. ¿Qué observaba en ese momento y cómo viene siendo el devenir del año?
No somos ajenos a la realidad del mercado. Todos sabíamos que con el cambio de gobierno íbamos a tener un parate. Por eso, tuvimos un exceso de movimiento el último trimestre del año pasado por un tema inflacionario y sabíamos que iba a haber una devaluación. Todo el mundo que pudo se acopió, incluso nuestros clientes, porque sabíamos que entrábamos en el año con una restricción importante, y así fue.
A partir de ahora, esperábamos que empiece a florecer la temporada porque históricamente el segundo semestre es mejor que el primero. A eso nosotros le sumábamos la famosa V de la que el gobierno hablaba, pero esas expectativas no están pasando. Este semestre que siempre es más positivo que el primero es por una cuestión de la temporada: los tres primeros meses del año son más tranquilos y hasta julio tenés un piso por el invierno, donde casi no se vende pintura. Generalmente, a principios de agosto empiezan a levantar las ventas por temporada, pero este año estamos peor que en mayo porque la situación económica del país y el tiempo no nos está acompañando, porque tenemos un invierno bastante extenso. El efecto que el gobierno anunciaba para el segundo semestre no está sucediendo: estamos más en una L que en una V.
El escenario negativo es algo que atraviesan distintos sectores, pero en especial a la construcción. El último informe del INDEC marcó una caída del 32,6% interanual en mayo para toda la construcción, pero sólo 3,7% en el sector de las pinturas. ¿Cómo hicieron para ser el rubro que menos caída tuvo?
Desde la Cámara nosotros no vemos ese número, bajo ningún concepto. Por lo que nosotros vemos e informamos, hoy nuestra caída no está en el 32%, pero está entre un 15% y un 25%: eso es lo que nosotros estamos viendo, no menos que 4%. La verdad es que yo también me sorprendí cuando ví esa cifra.
Tampoco es lo mismo un comercio en el tercer cordón del conurbano, como tengo yo, como otro en Zona Norte o en el centro de La Plata. Ahí se tiene que ver el poder adquisitivo de la gente, porque lamentablemente las clases sociales se distinguen mucho y hay lugares donde hay más consumo que otras. Pero aún así nosotros, los pintureros, no vemos esas cifras; por ahí las fábricas anuncian un poco menos de caída porque mucho va a stock, pero tampoco los números vienen siendo los que informó el INDEC.
En el informe aparece otro dato, que después el titular de la Cámara de la Construcción mencionó, que trata sobre la caída de puestos de trabajo en el orden de 52.000 personas. ¿Ustedes tienen un índice de la escala en la que los despidos están impactando dentro del sector de pintura?
Por el momento no se están anunciando despidos por falta de trabajo. Habrá situaciones particulares, pero no hay despidos generalizados en el segmento de la pintura. Lo que sí más nos está impactando hoy es tomar gente, porque es muy difícil conseguir recursos y estos son muy inestables para crecer en personal. Además las nuevas generaciones, a las que llaman millennials, no son estables en sus puestos.
Particularmente, ¿qué es lo más impactó en el sector de la pintura con el cambio de gestión nacional? ¿Existen cuestiones, como la sanción de leyes o la toma de medidas, que le abren nuevas expectativas?
Lo que nos está impactando mucho es que la obra pública está prácticamente paralizada. La caída del salario de la gente y todos los despidos impactan fuertemente en los mostradores. Se redujo la cantidad de personas de a pie que antes venían a comprar, por todo el desempleo que se está viviendo. El índice de caída de la construcción está en el 35%: por ahí de menor manera, pero a nosotros también nos impacta por ahí. Nuestro sector venía con un arrastre el año pasado, donde había mucha obra empezada y la pintura es lo último que se compra. Venimos en esa cola y eso quizás pueda llegar a favorecer un poco más al sector.
Yo no hago política, pero sí veo que las medidas del Gobierno todavía no se aplicaron. Algo que a nosotros nos impactaría sería la reforma laboral, que si bien se sancionó la ley todavía no está implementada. Al menos hasta ahora, no hay medidas del Gobierno que nos impacten favorablemente. La idea es que eso pase pronto; es lo que todos estamos esperando.
Tanto usted como los demás socios de la Cámara, ¿qué estrategias toman en este contexto?
Desde la Cámara es muy difícil hacer publicidad o marketing. Siempre que quisimos hacer, se vuelve muy complejo. Y después cada pintorero tiene sus estrategias, pero hoy cambió mucho el consumo: la gente bajó de calidad y las calidades bajas e intermedias crecieron mucho con respecto a las calidades premium. Hoy un poco lo que nos está ayudando son los beneficios que dan los bancos. Por ejemplo, las compras con la Cuenta DNI se mueven mucho, y las cuotas sin interés también. Eso nos acompaña bastante.
Cada pinturero en forma particular hace ofertas permanentemente. Ahora estamos viendo en el sector descuentos más agresivos y ofreciendo 3 y 6 cuotas sin interés. Eso a la gente la motiva, a pesar de que en los últimos meses se está viendo que el consumo con tarjetas de créditos cayó mucho porque las tarjetas vienen bastante colapsadas.
Desde la Cámara, ¿qué tendencias están proyectando a futuro para seguir creciendo como sector?
En la Cámara, estamos haciendo capacitaciones en videos y reels explicando toda la parte técnica. En el sitio web de la CAPIN se puede encontrar un montón de información y videos cortos con capacitaciones que explican cómo hacer una impermeabilización, cómo guardar una pintura, cómo hacer un preparado para superficies. Son un montón de videos explicativos que están muy buenos para el consumidor y para nuestros empleados.
Estamos terminando un manual técnico para pronto sacar a la calle en forma física y digital con todas las capacitaciones y acompañamientos a las fábricas que desde la Cámara ofrecemos. Hoy una empresa saca un producto nuevo y te capacita en cuanto al uso y a las cualidades de ese producto; así que estamos bastante actualizados. Desde la Cámara ofrecemos capacitaciones para todos y después cada pinturero tiene el aporte de sus proveedores para lo que necesite.