Tras una inversión inicial de casi USD 6.000.000 y nueve meses de ejecución, Arenas Argentinas del Paraná SA montó una planta procesadora de arena localizada en Diamante, sobre la vera del río Paraná y a 46 kilómetros de la capital de la provincia de Entre Ríos (foto).
La instalación, que es parte del Grupo Jan De Nul, que se encuentra entre las principales empresas en dragados y más conocida en nuestro país por operar la Hidrovía Paraná-Paraguay, “fue fabricada íntegramente en Alemania. Tiene una escala menor que la planta de YPF y responde a los estándares europeos de cuidado medioambiental que representan los requerimientos más exigentes a nivel mundial en dicha materia”, explicó el director de la compañía, Jan Pieter De Nul.
Aparte de cinco extranjeros que integran el personal técnico y jerárquico, la empresa funciona con unos veinte operarios por turno. La planta de Arenas Argentinas del Paraná puede producir 150.000 toneladas por año y “tiene la capacidad de despachar a granel o en bolsas” y, si la demanda lo impone, “su diseño modular permitiría duplicar la producción en seis meses”, aclaró De Nul.
De la misma forma, esa flexibilidad de configuración hoy posibilita producir de manera simultánea todas las fracciones comerciales normalmente requeridas por los mercados, con la posibilidad de adaptarse a cualquier cambio de las industrias elaboradoras de productos de construcción, vidrio, fundición, pinturas, epoxídicos y, en especial, oil & gas.
Asimismo, todo el proceso es monitoreado en forma remota, lo que alerta al operador de la planta de cualquier desviación de los parámetros operativos programados. La compañía implementó un robusto sistema de gestión de calidad, incluyendo un laboratorio in situ que le permite asegurar consistentemente el cumplimiento de los estándares requeridos por la industria (Normas ISO 13503-2). De igual manera, como es condición de Jan de Nul para todas sus subsidiarias, Arenas Argentinas del Paraná se encuentra en proceso de certificación de las Normas ISO 9001, ISO 14001 y OHSAS 18001, para brindar, así, “una seguridad extra a los clientes en relación con la calidad y seguridad de nuestra operación”. ¿Por qué? “Tenemos la flota más grande del mundo, pero nunca (los equipos) fueron conectados con un proyecto. Entonces, pensando que podemos utilizar nuestros barcos para abastecer la demanda de arenas de calidad que necesita Vaca Muerta, diseñamos esta planta y luego buscamos una zona óptima para su localización”. Por fin, “desde el principio entendimos que en Diamante hay gente con ganas de trabajar, que seríamos bien recibidos y estamos muy agradecidos por ello”.
No obstante, fuentes extraoficiales aseguran que la planta se localizó en un punto de la hidrovía que requiere un dragado frecuente, constituyéndose el lugar en un stock de seguridad: ciertamente, “nuestro proceso, a diferencia de la tradicional explotación de canteras, consiste en extraer la arena mediante el dragado del lecho del río Paraná y esto representa importantes ventajas, como ser una disponibilidad prácticamente inagotable de materia prima y la posibilidad de contar, en pocos días, con el stock de material que la planta puede procesar en un año de trabajo”. En síntesis, concluyó el ejecutivo, “vimos esa posibilidad, tomamos el desafío e invertimos en equipamiento observando la potencialidad de crecer como empresa”.